14/04/2022, 11:49
Si, lo del destello verde lo había visto bastante claro la primera vez y eso era la mínima preocupación que tenía. No parecía ser un ladrón normal, sabía algún tipo de jutsu raro y, como ese, quizá podía llegar a tener más. Pero eso ya sería problema en otro momento, ese tema ya lo iba a tener en cuenta para un futuro.
Para sorpresa de la chica, el Senju se encontraba perfectamente. Quizá solo había sido un poco prejuiciosa con el modo de ser del muchacho y tan solo exageró sus rasgos. Parecía que al final si había ido por negocios, él contó. Pero lo que realmente le sorprendió fue cuando especificó que tipo de negocios se trataba.
—¡¿Con el Uzukage?! — Abrió los ojos exageradamente.
A pesar de la explicación que le dio del porqué estaba acompañando a tal figura, no podía imaginarse a Siete así. Simplemente se le hacía raro, no podía. Ni se imaginaba como tuvo que ser el viaje con una de las máximas autoridades de su villa. Nunca conoció personalmente a ninguna de sus Kages, por lo que no sabía como podían ser personalmente. Pero no se imaginaría que manejaran un nivel de humor o que hablaran de cualquier tema. Seguramente todo era serio, pensaba Jun.
—Primero que tienes un negocio. Luego me cuentas que andas con el Uzukage. Ya veo que mañana vienes y me dices que te haces político.
Viéndolo desde otro ángulo, ya iba viendo por donde iban los tiros. El Uzukage en Amegakure, luego de todo lo que pasó y el discurso que había dado Shanise. Ya se imaginaba que era lo que estaba por venir. El clima futuro para Oonindo parecía ser totalmente caótico.
—Ya veo, hay que aprovechar las oportunidades. — Reconoció, teniendo en cuenta que faltaba poco para que todo se vaya al carajo. Después de todo, tener que viajar tanto para solo arreglar un par de asuntos era bastante aburrido. Debería aprovechar su corta estadía para conocer por lo menos un poco el lugar. —¿Y qué te gusta hacer? Puedo guiarte a donde quieras ir, dependiendo que es lo que quieras hacer.
Para sorpresa de la chica, el Senju se encontraba perfectamente. Quizá solo había sido un poco prejuiciosa con el modo de ser del muchacho y tan solo exageró sus rasgos. Parecía que al final si había ido por negocios, él contó. Pero lo que realmente le sorprendió fue cuando especificó que tipo de negocios se trataba.
—¡¿Con el Uzukage?! — Abrió los ojos exageradamente.
A pesar de la explicación que le dio del porqué estaba acompañando a tal figura, no podía imaginarse a Siete así. Simplemente se le hacía raro, no podía. Ni se imaginaba como tuvo que ser el viaje con una de las máximas autoridades de su villa. Nunca conoció personalmente a ninguna de sus Kages, por lo que no sabía como podían ser personalmente. Pero no se imaginaría que manejaran un nivel de humor o que hablaran de cualquier tema. Seguramente todo era serio, pensaba Jun.
—Primero que tienes un negocio. Luego me cuentas que andas con el Uzukage. Ya veo que mañana vienes y me dices que te haces político.
Viéndolo desde otro ángulo, ya iba viendo por donde iban los tiros. El Uzukage en Amegakure, luego de todo lo que pasó y el discurso que había dado Shanise. Ya se imaginaba que era lo que estaba por venir. El clima futuro para Oonindo parecía ser totalmente caótico.
—Ya veo, hay que aprovechar las oportunidades. — Reconoció, teniendo en cuenta que faltaba poco para que todo se vaya al carajo. Después de todo, tener que viajar tanto para solo arreglar un par de asuntos era bastante aburrido. Debería aprovechar su corta estadía para conocer por lo menos un poco el lugar. —¿Y qué te gusta hacer? Puedo guiarte a donde quieras ir, dependiendo que es lo que quieras hacer.