15/04/2022, 00:27
Con un pañuelo, la Matasanos cubrió el rostro sin vida de Tres Dientes.
—Luchaste, que es más de lo que esperaba de ti —dijo, siempre en voz baja, tomando asiento, tremendamente débil tras la acción—. Debí haberte avisado.
¿Por qué no lo hizo? Bueno, probablemente porque había querido usar a Daigo de cebo. ¿O era para comprobar de qué pasta estaba hecho? Fuese como fuese, estaba claro que le había salido muy mal la jugada. No hubo reproches al bando contrario. Ni insultos a la Estranguladorea. Quizá porque estaban demasiado débiles para hacerlo. Quizá porque ya estaban demasiado acostumbradas a que las intentasen matar, y a hacerlo, como había sucedido con Tres Dientes.
—Si vas a defendernos, Sin Piernas, nosotros te defenderemos a ti.
—Somos un grupo —dijo Risitas.
La Llorona asintió, con la mirada perdida en el cuerpo de Tres Dientes y una mano puesta en su regazo.
—Y para defenderte, necesitarás saber lo que va a pasar a continuación.
—Luchaste, que es más de lo que esperaba de ti —dijo, siempre en voz baja, tomando asiento, tremendamente débil tras la acción—. Debí haberte avisado.
¿Por qué no lo hizo? Bueno, probablemente porque había querido usar a Daigo de cebo. ¿O era para comprobar de qué pasta estaba hecho? Fuese como fuese, estaba claro que le había salido muy mal la jugada. No hubo reproches al bando contrario. Ni insultos a la Estranguladorea. Quizá porque estaban demasiado débiles para hacerlo. Quizá porque ya estaban demasiado acostumbradas a que las intentasen matar, y a hacerlo, como había sucedido con Tres Dientes.
—Si vas a defendernos, Sin Piernas, nosotros te defenderemos a ti.
—Somos un grupo —dijo Risitas.
La Llorona asintió, con la mirada perdida en el cuerpo de Tres Dientes y una mano puesta en su regazo.
—Y para defenderte, necesitarás saber lo que va a pasar a continuación.