21/04/2022, 06:16
Tenía que intentarlo. El que la sigue la consigue, pero parecía que esa estrategia nunca iba a funcionar en aquella situación. Ni siquiera en ese lugar, no fue la única que les negó información en ese día. Y es que, sin este detalle, la situación se les ponía de cara a las dos chicas. Si sabían algo, ya sea el lugar donde se juntarían o algo sobre la "organización" para la que trabajaban, podían sacar algo de todo eso. Sin esa información necesitaban decidir entre dejar morir a Nazo y Hito, pero llevar a esa mujer a Ame y sacar más información sobre todo este tema, o dejarla ir, salvando dos personas que parecen ser de los eslabones más bajos de aquel grupo (o eso suponía Jun) pero con muy poca data entre las manos.
¿Les iba a ser posible salir de esa encrucijada de elecciones? Probablemente no. Pero todavía habían balas en la recámara.
—JA. JA. Muy gracioso querida. Pero me importa un culo que no lo puedas decir. — Levantó dos dedos. —De hecho, dos culos.
Caminó a la puerta y se puso en frente, bloqueándola, sin dejar de ver a la mujer.
—¿Acaso estás apurada para ir a aquel lugar? Pensé que no te importaba nada, pero parece que no tienes muchas ganas de que Hito y Nazo mueran, ¿no? Y me dirás "por mi que mueran je je no me importan". — Le imitó con voz aguda y moviendo las manos. —Pero por dentro sabes que no te da igual. Bien adentro tienes un motivo y algo que te mueve, sacando esa capa superficial de cinismo a tope que muestras. Si tienes esa "moral" de no estar a favor de lo tan asesinos que somos los ninjas, seguramente no quieres que nadie muera. Menos al "buen chico" de Hito. Te debe ser de utilidad por lo menos.
»No me voy a mover de aquí hasta que me des algo de información sobre el grupito este anti-shinobi en el que andas. Cualquier cosa que me sea de utilidad. Nombre, cuanta gente hay dentro, por donde se mueven. Lo que sea.
Dejó de sonreír de a poco y afiló su mirada. No estaba enojada, no. De hecho, estaba algo más tranquila que antes. Solo quería poner bien los puntos, demostrar quien tenía la voz cantante.
—Así que, tu decides. Nos das lo que queremos y te dejamos ir. O, no solo no vas allí, sino que te vienes con nosotras a Ame y dejas morir a dos personas totalmente inocentes.
»Dime, ¿qué decides?
¿Les iba a ser posible salir de esa encrucijada de elecciones? Probablemente no. Pero todavía habían balas en la recámara.
—JA. JA. Muy gracioso querida. Pero me importa un culo que no lo puedas decir. — Levantó dos dedos. —De hecho, dos culos.
Caminó a la puerta y se puso en frente, bloqueándola, sin dejar de ver a la mujer.
—¿Acaso estás apurada para ir a aquel lugar? Pensé que no te importaba nada, pero parece que no tienes muchas ganas de que Hito y Nazo mueran, ¿no? Y me dirás "por mi que mueran je je no me importan". — Le imitó con voz aguda y moviendo las manos. —Pero por dentro sabes que no te da igual. Bien adentro tienes un motivo y algo que te mueve, sacando esa capa superficial de cinismo a tope que muestras. Si tienes esa "moral" de no estar a favor de lo tan asesinos que somos los ninjas, seguramente no quieres que nadie muera. Menos al "buen chico" de Hito. Te debe ser de utilidad por lo menos.
»No me voy a mover de aquí hasta que me des algo de información sobre el grupito este anti-shinobi en el que andas. Cualquier cosa que me sea de utilidad. Nombre, cuanta gente hay dentro, por donde se mueven. Lo que sea.
Dejó de sonreír de a poco y afiló su mirada. No estaba enojada, no. De hecho, estaba algo más tranquila que antes. Solo quería poner bien los puntos, demostrar quien tenía la voz cantante.
—Así que, tu decides. Nos das lo que queremos y te dejamos ir. O, no solo no vas allí, sino que te vienes con nosotras a Ame y dejas morir a dos personas totalmente inocentes.
»Dime, ¿qué decides?