28/04/2022, 20:51
Como si lo hubiese estado esperando, cuando Toshio abrió la puerta, ésta le golpeó en la cara de vuelta. Alguien la había usado para darle y desorientarlo, el mismo que con una destreza digna de mención le había agarrado el brazo y se lo había retorcido a la espalda, ahora sujetandolo contra la misma puerta que le había golpeado.
— Dime donde está mi hija ahora mismo. — aunque Toshio no podía verlo, sentiría una mirada rojiza clavada en su nuca y una sensación de peligro que pocas veces había sentido.
La voz la reconoció de inmediato, era el padre de Kinumi. Apretó más el agarre pero realmente no era más fuerte que Toshio, solo increiblemente más diestro y lo tenía en una posición donde con la misma fuerza podía dejarle sin brazo o algo peor.
— Dime donde está mi hija ahora mismo. — aunque Toshio no podía verlo, sentiría una mirada rojiza clavada en su nuca y una sensación de peligro que pocas veces había sentido.
La voz la reconoció de inmediato, era el padre de Kinumi. Apretó más el agarre pero realmente no era más fuerte que Toshio, solo increiblemente más diestro y lo tenía en una posición donde con la misma fuerza podía dejarle sin brazo o algo peor.