30/04/2022, 01:03
—Gracias. — También dio una pequeña reverencia para despedirse, al igual que su compañero, y salió con este de la oficina.
Si bien luego de todo se había controlado bastante, no podía evitar seguir pensando y asqueándose con la revelación que tuvieron ese día. Ya de entrada despreciaba, sin mucho descaro, lo extremo que era a veces esa "mano dura" que tanto caracteriza a Amegakure. Admitía que gracias a ello se solventaron muchos problemas y los ninjas de allí ganaron mucho respeto. Pero no sentía que era justificativo para las formas que se manejaban. Había cosas que para ella eran un exceso.
Y ahora se le suma un caso de corrupción dentro de un mismo organismo en el cual se le tiene total confianza de poder. No era poco para Jun que la ANBU estuvo haciendo chanchullos a costa de todos y que nadie pudo hacer nada para frenarlos. Si había uno a la luz, podía haber muchos más en la oscuridad. O quizás era un caso aislado, pero para la chica ya le era suficiente para comenzar a formar una opinión propia sobre todo esto.
—Parece que nunca lo fue. — Ni pispeó hacia Nao.
Por unos segundos parecía que todo lo que iba a seguir de esa charla sería serio y profundo. Pero ella no era así, ¿no?
Rio sin contexto y ahora si le miró sonriente.
—Pero que sabré yo. Supongo que todo funciona bien así. —Dijo jugando un poco entre lo real y lo satírico, casi sin convencerse ella misma de sus propias palabras.
Como al principio, extendió su puño en señal de saludo, esperando que su compañero le choque.
—Ya me voy yo. Un gusto Nao.
Si el muchacho no tenía nada más para decirle, la chica se marcharía del lugar.
Si bien luego de todo se había controlado bastante, no podía evitar seguir pensando y asqueándose con la revelación que tuvieron ese día. Ya de entrada despreciaba, sin mucho descaro, lo extremo que era a veces esa "mano dura" que tanto caracteriza a Amegakure. Admitía que gracias a ello se solventaron muchos problemas y los ninjas de allí ganaron mucho respeto. Pero no sentía que era justificativo para las formas que se manejaban. Había cosas que para ella eran un exceso.
Y ahora se le suma un caso de corrupción dentro de un mismo organismo en el cual se le tiene total confianza de poder. No era poco para Jun que la ANBU estuvo haciendo chanchullos a costa de todos y que nadie pudo hacer nada para frenarlos. Si había uno a la luz, podía haber muchos más en la oscuridad. O quizás era un caso aislado, pero para la chica ya le era suficiente para comenzar a formar una opinión propia sobre todo esto.
—Parece que nunca lo fue. — Ni pispeó hacia Nao.
Por unos segundos parecía que todo lo que iba a seguir de esa charla sería serio y profundo. Pero ella no era así, ¿no?
Rio sin contexto y ahora si le miró sonriente.
—Pero que sabré yo. Supongo que todo funciona bien así. —Dijo jugando un poco entre lo real y lo satírico, casi sin convencerse ella misma de sus propias palabras.
Como al principio, extendió su puño en señal de saludo, esperando que su compañero le choque.
—Ya me voy yo. Un gusto Nao.
Si el muchacho no tenía nada más para decirle, la chica se marcharía del lugar.