6/05/2022, 20:29
Chillidos fue el primero en excusarse, justo antes de que la Matasanos fuese a sacar su cuchillo para demostrar su inocencia, pero la Coleccionista los interrumpió. Aparentemente había escuchado a un guardia.
La Hambrienta se negaba a salir sin encontrar al culpable, mientras que Chillidos decidió no esperar a nadie más antes de empezar a escalar, y ahora el resto estaba mirando a Daigo para que tomase él una decisión.
¡Pero es que no había decisión! Simplemente no tenía opción. Conocía a Chillidos lo suficiente como para saber que no podrían detenerlo fácilmente, y si los guardias se enteraban de que habían conseguido crear una manera de escalar probablemente los echarían a otra celda, o algo peor.
Avanzar sin arreglar las cosas también era un error, pues ya eran un grupo poco competente, pero si a eso le sumas que no confiaban los unos en los otros, el único resultado posible era el fracaso.
Tenía que decidir entre algo malo y algo peor, pero es que no había decisión. Simplemente no la había. Ahora que Chillidos se había adelantado, se única esperanza era corregir sus errores lo mejor posible.
Alejó con cuidado a la Llorona mientras desenrollaba un poco de la cadena de su brazo derecho.
— Lo descubriremos al salir. Por ahora centrémonos en sobrevivir, juntos. —Querría darles un gran discurso, de esos que te motivan de verdad, pero solo podía hablar en voz baja—. Juro que haré lo que esté en mi mano para que salgamos todos, pero tenemos que trabajar juntos si queremos salir de aquí.
Se acercó a la pared, pero antes de empezar a escalar giró la cabeza para decirles una última cosa.
— Vamos. La cena de esta noche corre por mi cuenta.
Y empezó a escalar, bien atento por si un guardia acababa asomándose para lanzarle un extremo de la cadena al cuello, para enrollárselo y evitar que gritaré antes de tirar a un lado para que cayese al agujero.
Una vez arriba, intentaría buscar una esquina oscura en la que esconderse.
La Hambrienta se negaba a salir sin encontrar al culpable, mientras que Chillidos decidió no esperar a nadie más antes de empezar a escalar, y ahora el resto estaba mirando a Daigo para que tomase él una decisión.
¡Pero es que no había decisión! Simplemente no tenía opción. Conocía a Chillidos lo suficiente como para saber que no podrían detenerlo fácilmente, y si los guardias se enteraban de que habían conseguido crear una manera de escalar probablemente los echarían a otra celda, o algo peor.
Avanzar sin arreglar las cosas también era un error, pues ya eran un grupo poco competente, pero si a eso le sumas que no confiaban los unos en los otros, el único resultado posible era el fracaso.
Tenía que decidir entre algo malo y algo peor, pero es que no había decisión. Simplemente no la había. Ahora que Chillidos se había adelantado, se única esperanza era corregir sus errores lo mejor posible.
Alejó con cuidado a la Llorona mientras desenrollaba un poco de la cadena de su brazo derecho.
— Lo descubriremos al salir. Por ahora centrémonos en sobrevivir, juntos. —Querría darles un gran discurso, de esos que te motivan de verdad, pero solo podía hablar en voz baja—. Juro que haré lo que esté en mi mano para que salgamos todos, pero tenemos que trabajar juntos si queremos salir de aquí.
Se acercó a la pared, pero antes de empezar a escalar giró la cabeza para decirles una última cosa.
— Vamos. La cena de esta noche corre por mi cuenta.
Y empezó a escalar, bien atento por si un guardia acababa asomándose para lanzarle un extremo de la cadena al cuello, para enrollárselo y evitar que gritaré antes de tirar a un lado para que cayese al agujero.
Una vez arriba, intentaría buscar una esquina oscura en la que esconderse.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.