9/05/2022, 00:39
Caos. No hay mejor definición para todo lo ocurrió en ese transcurso de tiempo. Lo visual estaba totalmente infectado de movimiento humano, que iba y venían con gente malherida, sangre y bolas de fuego gigantes, adornaban por completo los arrozales. Y lo que se oía no era mucho más tranquilizador que lo anterior. Llantos, gritos y chillidos. Entre tanto desorden no podía calcular la cantidad de personas que habían recibido heridas fatales, pero no creía para nada que fueran pocas.
Casi que le daba vergüenza recordar las veces que usó aquella palabra tan a la ligera. Todo esto realmente era un caos, y no había nada más en el mundo que se lo discuta.
Por suerte para los de su lado, el Yuki acaba de informar que tuvieron una victoria en el campo de batalla. Aparentemente, el enemigo estaba retrocediendo gracias a la ofensiva que había planeado la Alianza.
No solo significaba un alivio para ella saber que iban momentáneamente en ventaja, sino que le hacía renovar un poco las energías que sentía. Era liberador mentalmente saber que los de adelante iban bien, sobre todo cuando había un rumor sobre que una tormenta de nieve estaba dificultando la tarea.
—¡VAMOS! — Gritó sin contención alguna. Sinceramente se sentía muy bien saber que todo adelante estaba correcto.
«Que personaje.» El capitán de su escuadrón, aquel kusajin peculiar, pegó un salto al oír las buenas noticias, como debe ser. Pero lo increíble fue verlo cambiar tan rápido de actitud. De comerse las uñas y parecer estar tan cagado como Jun, a decir que necesitaban entrar en acción pronto. Si ya era así en la guerra, no se quería imaginar cómo iba a contar la anécdota de esta batalla en un futuro. Si es que sobreviviese
No era momento para contradicciones o cuestionar gente, debía ser lo más organizada y responsable posible. Y, para eso, debía hacerle caso a la persona que tenía como capitán. Además, Toshio parecía estar bastante inspirado con la orden de Rai. Eso le daba mucha más seguridad que cualquier otra cosa en ese momento.
—¡Si, a la orden!
Tal como el pelirrojo, desenvainó su kodachi y comenzó a correr los más rápido que podía.
Casi que le daba vergüenza recordar las veces que usó aquella palabra tan a la ligera. Todo esto realmente era un caos, y no había nada más en el mundo que se lo discuta.
Por suerte para los de su lado, el Yuki acaba de informar que tuvieron una victoria en el campo de batalla. Aparentemente, el enemigo estaba retrocediendo gracias a la ofensiva que había planeado la Alianza.
No solo significaba un alivio para ella saber que iban momentáneamente en ventaja, sino que le hacía renovar un poco las energías que sentía. Era liberador mentalmente saber que los de adelante iban bien, sobre todo cuando había un rumor sobre que una tormenta de nieve estaba dificultando la tarea.
—¡VAMOS! — Gritó sin contención alguna. Sinceramente se sentía muy bien saber que todo adelante estaba correcto.
«Que personaje.» El capitán de su escuadrón, aquel kusajin peculiar, pegó un salto al oír las buenas noticias, como debe ser. Pero lo increíble fue verlo cambiar tan rápido de actitud. De comerse las uñas y parecer estar tan cagado como Jun, a decir que necesitaban entrar en acción pronto. Si ya era así en la guerra, no se quería imaginar cómo iba a contar la anécdota de esta batalla en un futuro. Si es que sobreviviese
No era momento para contradicciones o cuestionar gente, debía ser lo más organizada y responsable posible. Y, para eso, debía hacerle caso a la persona que tenía como capitán. Además, Toshio parecía estar bastante inspirado con la orden de Rai. Eso le daba mucha más seguridad que cualquier otra cosa en ese momento.
—¡Si, a la orden!
Tal como el pelirrojo, desenvainó su kodachi y comenzó a correr los más rápido que podía.