14/05/2022, 12:37
El bombero solo le miró con cara de circunstancia. Toshio entró en una zona en llamas, con altas cantidades de humo nocivo y rápidamente empezó a escribir formulas de sellado. Tras los segundos que gastó en ello, empezó a acumular chakra y a absorber tanto fuego como fuese posible en el pergamino y eso le llevó más de un momento.
Durante todo el tiempo que estuvo maniobrando la técnica de sellado, escuchó pasos por encima suyo y todo tipo de ruidos de madera rompiendose, quebrandose y ardiendo.
— ¡Niña! ¿Qué demonios estás haciendo? ¡Sal de aquí ahora mismo!
Poco después, una vibración intensa sacudió todo el lugar. Los quejidos de la madera fueron notables y el del bombero fue inmediato.
— ¡Me cago en...! ¡No abras puertas ni ventanas! — esta vez la voz se oía más cercana, seguramente aquella deflagración había tirado al chico al suelo del primer piso y por eso se le oía más alto.
Gracias a que el bombero de fuera estaba disminuyendo la intensidad y tamaño de las llamas, Toshio consiguió absorber todo el fuego de ese ala. Kinumi parecía haberse ido hacia la parte central de la misma, al segundo piso.
— ¡Teneis que salir ya! ¡Los cimientos no aguantaran mucho más! — advirtió el bombero de fuera, que estaba recorriendo el perimetro para intentar encontrar donde estaban su compañero y la chica
Durante todo el tiempo que estuvo maniobrando la técnica de sellado, escuchó pasos por encima suyo y todo tipo de ruidos de madera rompiendose, quebrandose y ardiendo.
— ¡Niña! ¿Qué demonios estás haciendo? ¡Sal de aquí ahora mismo!
Poco después, una vibración intensa sacudió todo el lugar. Los quejidos de la madera fueron notables y el del bombero fue inmediato.
— ¡Me cago en...! ¡No abras puertas ni ventanas! — esta vez la voz se oía más cercana, seguramente aquella deflagración había tirado al chico al suelo del primer piso y por eso se le oía más alto.
Gracias a que el bombero de fuera estaba disminuyendo la intensidad y tamaño de las llamas, Toshio consiguió absorber todo el fuego de ese ala. Kinumi parecía haberse ido hacia la parte central de la misma, al segundo piso.
— ¡Teneis que salir ya! ¡Los cimientos no aguantaran mucho más! — advirtió el bombero de fuera, que estaba recorriendo el perimetro para intentar encontrar donde estaban su compañero y la chica