16/05/2022, 17:33
*Iniciaba un nuevo día en Amegakure, Sayori seguía su rutina habitual, se levantaba y bajaba a desayunar con su padre, para luego volver a su habitación y leer o entretenerse con algo más hasta llegada la tarde donde entrenaba un poco en el patio de su casa. Iba a ser un día como cualquier otro hasta que...*
- ¡Oi! Sayo, ¿crees que puedas ir hasta la tienda y traerme unas cuántas cosas?
*La joven apenas empezaba a desayunar cuando escucha las palabras de su padre y se sorprende, casi atorándose con su comida en el proceso. Era bastante raro que él le permitiera salir, más aún sola, y Sayori tampoco tenía problemas en quedarse todo el día en casa, después de todo no había nada afuera en la aldea que le pudiese interesar.*
- ¿Qu-...qué cosas necesitas?
- Tranquila, no tienes que ir muy lejos, solo son algunos ingredientes para el almuerzo... Sabes que iría yo pero debo terminar de afilar una espada, el cliente vendrá esta tarde...
- Pero podemos almorzar cereal...
*Dijo en voz baja viendo su plato mientras continuaba desayunando... pero al parecer su padre la escuchó porque se acercó a la mesa y golpeó la mesa, era un hombre bastante amable... eso hasta que se enfadaba.*
- Está bien... está bien... déjamelo a mí... solo dame el listado de lo que necesitas, no tardaré.
*Su padre le alborotó el cabello en gesto de agradecimiento, a Sayori no le gustaba que hiciera eso y ya sentía que estaba lo bastante grande. En fin, terminó de comer, subió a su habitación y se cambió por el atuendo que normalmente usaba cuando iba al patio de su casa a entrenar, tomó algunas herramientas ninja solo porque no se sentía a gusto de salir de casa, aunque sea a la esquina, posteriormente bajó las escaleras, tomó el listado de las manos de su padre, respiró profundamente y salió de casa, pero antes de que se apartara de la entrada su padre le dijo, colocando una mano en su hombro.*
- Solo sigue ese camino hasta ese letrero de allá y entonces gira a la derecha hasta que veas una tienda de víveres, no hay como perderse... y míralo de esta forma, será tu primera misión como kunoichi de Amegakure.
*Dijo con orgullo su padre. Simples indicaciones, no podría perderse pensaba la kunoichi, pero aún no se sentía bien en salir y le resultaba un fastidio, aseguró la espada que guardaba en su espalda, la llevaba solo por seguridad y salió en la dirección indicada.*
- ¡Oi! Sayo, ¿crees que puedas ir hasta la tienda y traerme unas cuántas cosas?
*La joven apenas empezaba a desayunar cuando escucha las palabras de su padre y se sorprende, casi atorándose con su comida en el proceso. Era bastante raro que él le permitiera salir, más aún sola, y Sayori tampoco tenía problemas en quedarse todo el día en casa, después de todo no había nada afuera en la aldea que le pudiese interesar.*
- ¿Qu-...qué cosas necesitas?
- Tranquila, no tienes que ir muy lejos, solo son algunos ingredientes para el almuerzo... Sabes que iría yo pero debo terminar de afilar una espada, el cliente vendrá esta tarde...
- Pero podemos almorzar cereal...
*Dijo en voz baja viendo su plato mientras continuaba desayunando... pero al parecer su padre la escuchó porque se acercó a la mesa y golpeó la mesa, era un hombre bastante amable... eso hasta que se enfadaba.*
- Está bien... está bien... déjamelo a mí... solo dame el listado de lo que necesitas, no tardaré.
*Su padre le alborotó el cabello en gesto de agradecimiento, a Sayori no le gustaba que hiciera eso y ya sentía que estaba lo bastante grande. En fin, terminó de comer, subió a su habitación y se cambió por el atuendo que normalmente usaba cuando iba al patio de su casa a entrenar, tomó algunas herramientas ninja solo porque no se sentía a gusto de salir de casa, aunque sea a la esquina, posteriormente bajó las escaleras, tomó el listado de las manos de su padre, respiró profundamente y salió de casa, pero antes de que se apartara de la entrada su padre le dijo, colocando una mano en su hombro.*
- Solo sigue ese camino hasta ese letrero de allá y entonces gira a la derecha hasta que veas una tienda de víveres, no hay como perderse... y míralo de esta forma, será tu primera misión como kunoichi de Amegakure.
*Dijo con orgullo su padre. Simples indicaciones, no podría perderse pensaba la kunoichi, pero aún no se sentía bien en salir y le resultaba un fastidio, aseguró la espada que guardaba en su espalda, la llevaba solo por seguridad y salió en la dirección indicada.*
«Pienso» l Hablo l Narro