16/05/2022, 18:07
El día de Moguko había iniciado ya hacía un buen rato, el desayuno también era un ritual que se llevaba a cabo en familia antes de que todos los miembros de ese hogar se dispusiesen a llevar adelante sus tareas. Por un lado los adultos a cargo de la residencia, quienes al terminar su plato se dedicarían a trabajar, y por otro la kunoichi que se prepearía para realizar un viaje a la biblioteca más cercana.
En una pequeña mochila cargaba unos pesados pergaminos con textos que solo podrían interesarle a alguien que, como ella, se dedicase a la medicina ninja.
Aquel día no estaba de servicio, por lo que su atuendo carecía de armamento ninja, su frente no estaba protegida por el protector metálico con el símbolo de la aldea, lo cual dejaba liberada su cabellera, bueno, dentro de lo que los limites de su capucha le permitían.
La kunoichi disfrutaba el viaje por las calles de la aldea hacía la biblioteca, le ayudaba a despejar la cabeza de lo que sea que pudiese tener en la cabeza antes de estudiar, aun así, era habitual para ella hacer una parada por la tienda de víveres y juntar algo para almorzar durante el descanso de su sesión.
En una pequeña mochila cargaba unos pesados pergaminos con textos que solo podrían interesarle a alguien que, como ella, se dedicase a la medicina ninja.
Aquel día no estaba de servicio, por lo que su atuendo carecía de armamento ninja, su frente no estaba protegida por el protector metálico con el símbolo de la aldea, lo cual dejaba liberada su cabellera, bueno, dentro de lo que los limites de su capucha le permitían.
La kunoichi disfrutaba el viaje por las calles de la aldea hacía la biblioteca, le ayudaba a despejar la cabeza de lo que sea que pudiese tener en la cabeza antes de estudiar, aun así, era habitual para ella hacer una parada por la tienda de víveres y juntar algo para almorzar durante el descanso de su sesión.