17/05/2022, 15:10
Kinumi le apartó las manos en cuanto empezó a negar, por mucho que lo pidiese, no le iba a dejar irse sin oír la respuesta.
— ¡Eres la antielegancia! Creo que no he conocido a nadie tan poco interesado en parecer algo minimamente elegante, caminas por todas partes como si estuvieses en tu casa. ¡Seguro que tratarías a Kintsugi-sama de colega!
— Mejor te dejo descansar ¿vale? Cualquier cosa estoy en la forja.
La joven negó con la cabeza.
— Creo que he dormido demasiado esta mañana, o eso, o lo que me ha dado Tamao me ha hecho efectos secundarios porque me noto despierta.
Lo cierto era que no había sido lo de Tamao, la conversación con Toshio había despertado algo en ella. Quería dibujar. Le apetecía mucho más que volver a dormir aunque si se tumbaba seguramente se quedaría frita solo del esfuerzo que estaba haciendo su cuerpo en sanarse.
— ¿Tienes cosas para dibujar? Con un lapiz me bastaría, pero si tienes algo más... digno, lo aceptaré.
— ¡Eres la antielegancia! Creo que no he conocido a nadie tan poco interesado en parecer algo minimamente elegante, caminas por todas partes como si estuvieses en tu casa. ¡Seguro que tratarías a Kintsugi-sama de colega!
— Mejor te dejo descansar ¿vale? Cualquier cosa estoy en la forja.
La joven negó con la cabeza.
— Creo que he dormido demasiado esta mañana, o eso, o lo que me ha dado Tamao me ha hecho efectos secundarios porque me noto despierta.
Lo cierto era que no había sido lo de Tamao, la conversación con Toshio había despertado algo en ella. Quería dibujar. Le apetecía mucho más que volver a dormir aunque si se tumbaba seguramente se quedaría frita solo del esfuerzo que estaba haciendo su cuerpo en sanarse.
— ¿Tienes cosas para dibujar? Con un lapiz me bastaría, pero si tienes algo más... digno, lo aceptaré.