18/05/2022, 23:56
No una, sino dos personas vinieron a preguntar por una persona que llevaba varios días ya hospedandose allí. La chica bajita y rubia parecía estar acompañando al pelirrojo, que fue el primero en romper el hielo al hablar con el recepcionista de la entrada. Era un hombre adulto de pelo corto y cabeza ligeramente cuadrada, con una barba de un par de días así como loos ojos oscuros.
— ¿Ryu dices? Oh, ese hombre tan raro — respondió, entrecerrando un poco los ojos, y posteriormente señalando un pasillo que se dirigía al interior del recinto —. Creo que está en uno de los patios exteriores
Si ambos avanzaban por los pasillos de madera, acabarían llegando a un pasillo que daba al exterior de un jardín. Allí, podrían ver a un hombre sentado con un kimono de tonos rojizos con detalles negros hablando con una chica de pelo marrón oscuro que compartía algunas facciones con el recepcionista.El hombre tenia los cabellos negros como el carbón, al igual que sus ojos. Su rostro era delicado, ligeramente claro y su piel se veía suave y los labios de un palido color rosado. Su nariz tambien era pequeña y algo fina, como la de una mujer. Sin duda, era alguien agradable de ver.
Aunque algo chocaba claramente. Un poco más arriba de sus orejas, dos pronunciados y retorcidos cuernos salían apuntando hacia el cielo, y del final de su espinazo, lo hacía una gruesa cola escamada de tono rojizo. Debajo de sus agudos ojos, cerca del final interior de sus carrillos, podían verse también lo que parecían escamas del mismo tono que la cola. Para rematarlo, sus dientes se veían bastante afilados.
— ¿Te importaría traerme un poco más de sake, Momo-chan?
— S-Si, claro
Tanto trabajadores, como gente que se hospedaba allí, no podía evitar dirigir la mirada hasta él. Sus facciones sobrenaturales destacaban, pero su bello rostro lo hacía también, dejando un poco embobados a aquellos que posaban la mirada en su rostro. Podría ser perfectamente el príncipe del infierno de una novela ligera. Solo que estaba bastante bueno. Tal vez esa belleza sobrenatural tendría explicación si venía desde el infierno.
— ¿Ryu dices? Oh, ese hombre tan raro — respondió, entrecerrando un poco los ojos, y posteriormente señalando un pasillo que se dirigía al interior del recinto —. Creo que está en uno de los patios exteriores
Si ambos avanzaban por los pasillos de madera, acabarían llegando a un pasillo que daba al exterior de un jardín. Allí, podrían ver a un hombre sentado con un kimono de tonos rojizos con detalles negros hablando con una chica de pelo marrón oscuro que compartía algunas facciones con el recepcionista.El hombre tenia los cabellos negros como el carbón, al igual que sus ojos. Su rostro era delicado, ligeramente claro y su piel se veía suave y los labios de un palido color rosado. Su nariz tambien era pequeña y algo fina, como la de una mujer. Sin duda, era alguien agradable de ver.
Aunque algo chocaba claramente. Un poco más arriba de sus orejas, dos pronunciados y retorcidos cuernos salían apuntando hacia el cielo, y del final de su espinazo, lo hacía una gruesa cola escamada de tono rojizo. Debajo de sus agudos ojos, cerca del final interior de sus carrillos, podían verse también lo que parecían escamas del mismo tono que la cola. Para rematarlo, sus dientes se veían bastante afilados.
— ¿Te importaría traerme un poco más de sake, Momo-chan?
— S-Si, claro
Tanto trabajadores, como gente que se hospedaba allí, no podía evitar dirigir la mirada hasta él. Sus facciones sobrenaturales destacaban, pero su bello rostro lo hacía también, dejando un poco embobados a aquellos que posaban la mirada en su rostro. Podría ser perfectamente el príncipe del infierno de una novela ligera. Solo que estaba bastante bueno. Tal vez esa belleza sobrenatural tendría explicación si venía desde el infierno.
¡Gracias a Ranko por el avatar!