26/05/2022, 06:12
*Luego de escuchar la pregunta de la kunoichi, Sayori se quedó pensativa un momento, volverse a ver con Moguko en otra ocasión era algo que la entusiasmaba y no podía esperar para demostrar sus habilidades en combate, pero el problema radicaba en que no sabía qué día podría volver a salir, sin duda había sido un evento único y su padre se sorprendería si le dijera que quería volver a salir sola. Aunque lo más probable era que se lo tome bien y se alegrara de que finalmente su hija tuviese alguien de su edad con quien hablar.*
- ¿La siguiente semana está bien?
*Cualquier día estaría bien la verdad, no tenía ningún compromiso ni nada que hacer los días siguientes, pero pensó que una semana sería tiempo suficiente para conversar con su padre y aprovechar para entrenar un poco.
De pronto se puso a pensar en su padre, ya se había tardado mucho en realizar una simple tarea y seguramente estaba más que preocupado, a ese paso no la volvería a dejar salir nunca más y había algo más que le preocupaba y era que, había llegado a esa librería por coincidencia, ¿y si no volvía a encontrar ese lugar? ¿y si la siguiente vez llegaba tarde y Moguko se enojaba con ella?
Pensó rápidamente qué hacer, dónde encontrarse o cómo hacer para volverse a ver, hasta que tuvo una idea, sacó el listado de compras que tenía guardado y lo memorizó un tiempo, tenía buena memoria para casi todo, excepto claro las direcciones o los lugares.*
- Podríamos vernos allí... si no te queda muy lejos... allí es donde vivo...
*Le entregó el papel a la kunoichi, ya no lo iba a necesitar. En la hoja aparecía un listado: fideos, huevos, miso, carne de cerdo y un par de ingredientes más para preparar ramen, pero lo importante era la información de atrás, en donde aparecía como imagen principal un kanji (雪) la palabra “Yuki” debajo, y bajo todo esto en palabras más pequeñas “venta y reparación de armas shinobi” acompañado de una dirección...
...Y de esta forma, la kunoichi esperaba que Moguko no tuviese ningún problema encontrando el lugar y pudiesen volver a verse. De igual forma había hecho publicidad de la tienda de su padre, y quién sabe, quizá a Moguko le interesara algo del lugar, Sayo se ganaba una amiga y su padre conseguía un cliente nuevo.*
- ¿La siguiente semana está bien?
*Cualquier día estaría bien la verdad, no tenía ningún compromiso ni nada que hacer los días siguientes, pero pensó que una semana sería tiempo suficiente para conversar con su padre y aprovechar para entrenar un poco.
De pronto se puso a pensar en su padre, ya se había tardado mucho en realizar una simple tarea y seguramente estaba más que preocupado, a ese paso no la volvería a dejar salir nunca más y había algo más que le preocupaba y era que, había llegado a esa librería por coincidencia, ¿y si no volvía a encontrar ese lugar? ¿y si la siguiente vez llegaba tarde y Moguko se enojaba con ella?
Pensó rápidamente qué hacer, dónde encontrarse o cómo hacer para volverse a ver, hasta que tuvo una idea, sacó el listado de compras que tenía guardado y lo memorizó un tiempo, tenía buena memoria para casi todo, excepto claro las direcciones o los lugares.*
- Podríamos vernos allí... si no te queda muy lejos... allí es donde vivo...
*Le entregó el papel a la kunoichi, ya no lo iba a necesitar. En la hoja aparecía un listado: fideos, huevos, miso, carne de cerdo y un par de ingredientes más para preparar ramen, pero lo importante era la información de atrás, en donde aparecía como imagen principal un kanji (雪) la palabra “Yuki” debajo, y bajo todo esto en palabras más pequeñas “venta y reparación de armas shinobi” acompañado de una dirección...
...Y de esta forma, la kunoichi esperaba que Moguko no tuviese ningún problema encontrando el lugar y pudiesen volver a verse. De igual forma había hecho publicidad de la tienda de su padre, y quién sabe, quizá a Moguko le interesara algo del lugar, Sayo se ganaba una amiga y su padre conseguía un cliente nuevo.*
«Pienso» l Hablo l Narro