1/06/2022, 20:04
La pregunta extrañó a la chica bastante. ¿Por qué iba a tener una espada de su familia un herrero?. No tenía demasiado sentido, al menos a primera instancia. Pero para cuando ésta se acercó lo suficiente pudo ver que no solo había un filo de su familia, si no que habían aceros de muchas otras familias. La chica confirmó que la espada que habían pedido inspeccionar en efecto pertenecía a su linaje, y no pudo evitar preguntar si se trataba de un coleccionista.
—¡Jie jie jie jie! —Rio el anciano. —No, no se trata de eso, joven.
El hombre dejó por el momento el acero al que trataba de dar forma, y ando directo a la salida de la sala. Con un gesto de mano, informó a la chica de que le acompañase. El viaje sería corto y conciso, pues el hombre paró en la primera de las puertas cerradas del pasillo, la más cercana a la forja. Sin demora, el hombre sacó una llave de su bolsillo, y abrió con ésta la susodicha puerta.
—Las armas que viste allí son copias. Copias hechas por mi, tratando de igualar esos aceros. Pero no confundas las cosas, no busco replicar las armas de otras familias y venderlas más baratas o algo así. Eso sería poco ético y moral. Mi intención es crear un acero combinando las mejores cualidades de cada familia: Un acero definitivo.
»Con ésta guerra que se nos avecina, lo mejor que podemos hacer es sacar ventaja ante nuestros oponentes. No importa el modo, pero no podemos permitirnos el lujo de perder.
»¿No opinas lo mismo?.
En la sala que había abierto habían cientos de intentos "fallidos" de copias. Habían numerosos barriles, con una pegatina nombrando a la familia, en el que se agrupaban los aceros. No solo habían espadas... habían armaduras, lanzas, cuchillos, y casi todo tipo de armas.
—¡Jie jie jie jie! —Rio el anciano. —No, no se trata de eso, joven.
El hombre dejó por el momento el acero al que trataba de dar forma, y ando directo a la salida de la sala. Con un gesto de mano, informó a la chica de que le acompañase. El viaje sería corto y conciso, pues el hombre paró en la primera de las puertas cerradas del pasillo, la más cercana a la forja. Sin demora, el hombre sacó una llave de su bolsillo, y abrió con ésta la susodicha puerta.
—Las armas que viste allí son copias. Copias hechas por mi, tratando de igualar esos aceros. Pero no confundas las cosas, no busco replicar las armas de otras familias y venderlas más baratas o algo así. Eso sería poco ético y moral. Mi intención es crear un acero combinando las mejores cualidades de cada familia: Un acero definitivo.
»Con ésta guerra que se nos avecina, lo mejor que podemos hacer es sacar ventaja ante nuestros oponentes. No importa el modo, pero no podemos permitirnos el lujo de perder.
»¿No opinas lo mismo?.
En la sala que había abierto habían cientos de intentos "fallidos" de copias. Habían numerosos barriles, con una pegatina nombrando a la familia, en el que se agrupaban los aceros. No solo habían espadas... habían armaduras, lanzas, cuchillos, y casi todo tipo de armas.