8/06/2022, 18:20
La respuesta de Jun a un leve impulso fue placar el trasero de su compañera. Kimi entró directa a la habitación. De boca. Contra el escritorio. Si no hacía nada, podía dejarse un par de dientes contra el borde del mobiliario y tirar la mitad de cosas.
La persiana acabó de caer en el mismo momento en que el cuerpo de Kimi dejó de bloquearla. Su única salida sigilosa ahora estaba cerrada y Jun no tenía la fuerza suficiente para forzarla a abrirse.
La persiana acabó de caer en el mismo momento en que el cuerpo de Kimi dejó de bloquearla. Su única salida sigilosa ahora estaba cerrada y Jun no tenía la fuerza suficiente para forzarla a abrirse.