13/06/2022, 01:32
El cirujano tenía la cara más roja que la propia sangre que le caía por ambas mejillas. Tan solo tenía que lograr articular un par de palabras, y todos sus problemas se resolverían. Se desharía de aquellas molestas moscas, podría coserse la boca, y todo volvería a la normalidad. Al orden. Ese que tanto ansiaba Nathifa.
Nathifa… Solo en pensar lo que haría si descubría que los presos habían escapado de su celda hizo que le diesen ganas de vomitar.
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—Ma…Mátales. ¡MÁTALES A TODOS!
El Esclavo no dudó. Se dio la vuelta y tomó lo primero que vio a mano para llevar a cabo tal orden. En este caso, un pilar.
—¿Qué cojones…? —soltó abrumada la Matasanos, mientras ayudaba al Sin Piernas a levantarse.
—Imposible… —farfulló la Coleccionista.
A Risistas se le atragantó la risa en la garganta.
Hubo un crujido, la vena de la frente del esclavo se hinchó todavía más, y abrazando el pilar con ambos brazos, súbitamente congestionados, lo arrancó. El techo sobre sus cabezas tembló de miedo. Acababa de arrancar el jodido pilar y ahora lo lanzaba a los presos para barrerlos a todos de un plumazo (115PV).
Chillidos fue el más rápido en reaccionar. De su antebrazo derecho surgieron grotescos huesos que se entrelazaron en espirales alrededor de su extremidad, formando un poderoso taladro con el que perforó el pilar (160PV). Luego se llevó las manos a las rodillas, boqueando como un pez fuera del agua en busca de oxígeno.