19/06/2022, 19:49
Tras salir de la estancia, Lyndis resopló y soltó un pequeño agudo gemido de alivio, para que poco después Ranko no tardara ni un solo segundo en disculparse por lo acontecido durante la cena.
— No te preocupes, supongo que es normal que quieran que su hija este con la mejor persona que pueda haber — añadió restándole importancia a aquellas palabras, para después sonreír confiada mirándola con picardía. — Pero bueno, creo que ha quedado claro que estás con la mejor opción de todo Oonindo ¿eh?
No necesitarían caminar demasiado hasta que llegaran a una gran puerta de madera que tenía algunos dibujos grabados en forma de conejo. ¿Era lo que ella creía? ¿Era la madriguera del conejo? Oh, Dios, se moría de ganas por comprobar que fuera así sin perder la sonrisa en sus labios y con los ojos algo abiertos de la emo
— No te preocupes, supongo que es normal que quieran que su hija este con la mejor persona que pueda haber — añadió restándole importancia a aquellas palabras, para después sonreír confiada mirándola con picardía. — Pero bueno, creo que ha quedado claro que estás con la mejor opción de todo Oonindo ¿eh?
No necesitarían caminar demasiado hasta que llegaran a una gran puerta de madera que tenía algunos dibujos grabados en forma de conejo. ¿Era lo que ella creía? ¿Era la madriguera del conejo? Oh, Dios, se moría de ganas por comprobar que fuera así sin perder la sonrisa en sus labios y con los ojos algo abiertos de la emo
¡Gracias a Ranko por el avatar!