20/06/2022, 11:28
Toshio era imbécil. Así, sin más vueltas de hoja pensó Ryu cuando vio que no reconoció a Hana. Para el chunin todo el disfraz de Hana así como su historia rozaban el sobresaliente, pero al ver la actuación del pelirrojo le hizo creer que tal vez se estaba equivocando.
— Vaya... Pobrecita... — dijo posando una mano sobre su propia y arrugada mejilla. La anciana se levantó, permaneciendo algo encorvada, por lo que era un poco más baja que la genin.— Está bien, quédate con nosotros. Si sabes apanártelas tan bien le podrás quitar algo de peso al resto. Le prometo que estará en buenas manos, y si no tienes donde quedarte tenemos habitaciones de sobra, pequeña
Alternó la mirada entre Ryu y Hana al final, y posteriormente le tendió una mano a Hana para que si la aceptaba avanzar al interior.
— Muchísimas gracias, señora, no sabe cuanto se lo agradezco — dijo obrando una reverencia. — Por favor, ten cuidado Aoi. Y si necesitas cualquier cosa, escribeme
Ryu la despedia moviendo ligeramente la mano con una sonrisa de oreja a oreja, pero en cuanto desaparecieron de vista las dos mujeres, agarró de la oreja a Toshio y lo arrastró hasta un callejón oscuro, al que las luces del distrito llegaban con dificultad.
— ¿¡Pero se puede saber que haces!? ¡¿Qué clase de presentación es esa?! ¡Mira lo bien que lo hizo Hana, aprende para la próximma! — le gritó exasperado, apretando los puños para contenerse las ganas que tenía de cruzarle la cara.
— Vaya... Pobrecita... — dijo posando una mano sobre su propia y arrugada mejilla. La anciana se levantó, permaneciendo algo encorvada, por lo que era un poco más baja que la genin.— Está bien, quédate con nosotros. Si sabes apanártelas tan bien le podrás quitar algo de peso al resto. Le prometo que estará en buenas manos, y si no tienes donde quedarte tenemos habitaciones de sobra, pequeña
Alternó la mirada entre Ryu y Hana al final, y posteriormente le tendió una mano a Hana para que si la aceptaba avanzar al interior.
— Muchísimas gracias, señora, no sabe cuanto se lo agradezco — dijo obrando una reverencia. — Por favor, ten cuidado Aoi. Y si necesitas cualquier cosa, escribeme
Ryu la despedia moviendo ligeramente la mano con una sonrisa de oreja a oreja, pero en cuanto desaparecieron de vista las dos mujeres, agarró de la oreja a Toshio y lo arrastró hasta un callejón oscuro, al que las luces del distrito llegaban con dificultad.
— ¿¡Pero se puede saber que haces!? ¡¿Qué clase de presentación es esa?! ¡Mira lo bien que lo hizo Hana, aprende para la próximma! — le gritó exasperado, apretando los puños para contenerse las ganas que tenía de cruzarle la cara.
¡Gracias a Ranko por el avatar!