20/08/2022, 09:45
Aunque a Hana le hubiese encantado hacer el viaje juntas, no tenía ni idea de quien era esa tal Yuu, donde vivía o si había salido ya o iba a salir al día siguiente. Así que decidió salir cuando saliese y con suerte se la encontraría por el camino. Solo tenía que buscar a una kunoichi de Uzushiogakure que fuese en su misma dirección.
Sin embargo, tras el primer día de viaje la cosa se complicó. Los trenes no circulaban por el País del Viento por la guerra y tenía que recorrer los caminos con todos los peligros que eso conlleva. Le parecía extraño que no hubiesen intentado solucionar de alguna forma el problema de transporte. Aunque realmente los ninjas fuera de su país eran poco más que mercenarios, si a nadie le interesaba meterse en ese conflicto, ellos no harían la iniciativa.
Durante el camino, Hana no podía dejar de pensar en lo duro que tenía que ser eso para los civiles del país. Obligados a hacer ese peligroso camino si querían viajar a algún sitio. Sabía que los conflictos internacionales eran algo más complicado que simplemente entrar y arreglarlo todo a golpes, pero seguro que Uzushiogakure podría hacer algo por, al menos, aliviar la carga sobre los inocentes. Tendría que hablar con Datsue al respecto.
Con cuidado y paciencia, acabó por llegar a su objetivo. Frente a la casa había una chica. Hana se acercó con confianza, convencida de que tenía que ser su compañera.
— ¿Yamikami Yuu?
Sin embargo, tras el primer día de viaje la cosa se complicó. Los trenes no circulaban por el País del Viento por la guerra y tenía que recorrer los caminos con todos los peligros que eso conlleva. Le parecía extraño que no hubiesen intentado solucionar de alguna forma el problema de transporte. Aunque realmente los ninjas fuera de su país eran poco más que mercenarios, si a nadie le interesaba meterse en ese conflicto, ellos no harían la iniciativa.
Durante el camino, Hana no podía dejar de pensar en lo duro que tenía que ser eso para los civiles del país. Obligados a hacer ese peligroso camino si querían viajar a algún sitio. Sabía que los conflictos internacionales eran algo más complicado que simplemente entrar y arreglarlo todo a golpes, pero seguro que Uzushiogakure podría hacer algo por, al menos, aliviar la carga sobre los inocentes. Tendría que hablar con Datsue al respecto.
Con cuidado y paciencia, acabó por llegar a su objetivo. Frente a la casa había una chica. Hana se acercó con confianza, convencida de que tenía que ser su compañera.
— ¿Yamikami Yuu?