20/08/2022, 12:17
— Así es. —Contestó Raijin, calmado como siempre—. Haremos un descanso activo. Siempre que estés de acuerdo.
— Pero tienes que parar si te duele algo ¿de acuerdo? —Añadió Kimi, preocupada.
— Por supuesto. Si notas cualquier malestar, dímelo. Pero no te preocupes, todo estará bien bajo mi supervisión. —Concluyó—. ¿Vamos?
Con aquello, la familia salió de la cocina dejando atrás al bunshin cocinero y se dirigió al dojo, donde estaba Kira tomando un vaso de agua sentada frente a la bandeja que había dejado anteriormente el clon del agua, que ya no estaba presente.
—Ey. ¿Ya empezamos?
— Así es. Cojan todas un arma, por favor.
Kimi tomó entonces uno de los Iaito y lo desenvainó para ofrecérselo a Chika, que probablemente tendría dificultades para hacerlo, antes de coger uno para ella. Kira y Raijin tomaron los otros dos que quedaban.
— Vamos a empezar calentando. Copien lo que haga, por favor. —A diferencia de en las clases de Karate públicas, en las que tenía que ser autoritario. Tanto en estas clases privadas y familiares, como en su vida diaria, Raijin solía hablar de esta forma.
Raijin tomó la katana con una mano, por el borde, y empezó a hacer cortes muy lentamente para calentar. Durante todo el proceso, Chika podría sentir la mirada preocupada de su hermana.
— Pero tienes que parar si te duele algo ¿de acuerdo? —Añadió Kimi, preocupada.
— Por supuesto. Si notas cualquier malestar, dímelo. Pero no te preocupes, todo estará bien bajo mi supervisión. —Concluyó—. ¿Vamos?
Con aquello, la familia salió de la cocina dejando atrás al bunshin cocinero y se dirigió al dojo, donde estaba Kira tomando un vaso de agua sentada frente a la bandeja que había dejado anteriormente el clon del agua, que ya no estaba presente.
—Ey. ¿Ya empezamos?
— Así es. Cojan todas un arma, por favor.
Kimi tomó entonces uno de los Iaito y lo desenvainó para ofrecérselo a Chika, que probablemente tendría dificultades para hacerlo, antes de coger uno para ella. Kira y Raijin tomaron los otros dos que quedaban.
— Vamos a empezar calentando. Copien lo que haga, por favor. —A diferencia de en las clases de Karate públicas, en las que tenía que ser autoritario. Tanto en estas clases privadas y familiares, como en su vida diaria, Raijin solía hablar de esta forma.
Raijin tomó la katana con una mano, por el borde, y empezó a hacer cortes muy lentamente para calentar. Durante todo el proceso, Chika podría sentir la mirada preocupada de su hermana.