29/08/2022, 18:37
Y con el paso del tiempo, las calles poco a poco fueron perdiendo vida cuanto más avanzaba la noche. Supuso que era algo normal, no había ninguna fiesta o evento importante y tampoco era un fin de semana para salir con los amigos a pasar un buen rato. Si viviera en la misma villa que Hana, podría aprovechar alguna noche de esos días para salir con ella a tomar algo, o puede que hubiera algún sitio donde pasar el tiempo como las arcades que había en Amegakure. No pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa, acompañada de un leve rubor para finalmente dejar escapar una tonta carcajada en forma de bufido.
Pero su tonta felicidad duró poco, cuando algo en las calles llamó su atención a varios metros de distancia. Un fuerte sonido retumbo por la zona, haciéndola girar la cabeza inmediatamente a su lugar de origen. Allí estaba el local de Los Lírios Rojos. Y posteriormente, una llamarada siguió al rugido en el acto.
Algo pudo observarse en la distancia, pero estando tan lejano no se podía diferenciar mas allá de un par de siluetas. Preparada para la acción, recorrió los tejados corriendo y saltando entre ellos sin separar una de sus manos de la vaina en dirección a ese local.
Pero su tonta felicidad duró poco, cuando algo en las calles llamó su atención a varios metros de distancia. Un fuerte sonido retumbo por la zona, haciéndola girar la cabeza inmediatamente a su lugar de origen. Allí estaba el local de Los Lírios Rojos. Y posteriormente, una llamarada siguió al rugido en el acto.
Algo pudo observarse en la distancia, pero estando tan lejano no se podía diferenciar mas allá de un par de siluetas. Preparada para la acción, recorrió los tejados corriendo y saltando entre ellos sin separar una de sus manos de la vaina en dirección a ese local.