14/02/2016, 04:17
Las cosas a final de cuentas se estaban dando tal y como la kunoichi deseaba y no como el calvo que la acompañaba. ~ Acéptalo. ~ Pensaba la chica que luchaba por no dejar escapar una risa satisfactoria ante las palabras del que parecía ser jefe de la aldea. — Muy bien. — Respondió la chica al anciano con la seriedad que ameritaba la situación, un asesinato en un pueblo tan pequeño no era para tomárselo a broma ni mucho menos para ponerse a sacar provecho de nada.
La pregunta de la kunoichi no había sido respondida, pero tras suspirar y dar indicación al posadero el hombre terminó por "invitarles" a pasar, mucho más de lo que la rubia se esperaba pero sin lugar a dudas mucho mejor. De cualquier manera la kunoichi no tardó nada en seguir al hombre dentro de la caseta que en primera instancia se veía normal, a excepción del pomo de la puerta que fue violentado de una forma un tanto curiosa pero que no llamó demasiado la atención de la chica. Lo dicho, a primera instancia todo parecía normal, pero cuando el anciano se paró a un lado de una puerta Noemi supo que tendría que preparar su estómago para ver lo que sea que le hayan hecho al tal Ryoma.
Una imagen sin lugar a dudas desagradable para la kunoichi que había decidido hacerse cargo de la situación. Ryoma se encontraba tendido sobre su cama con poca ropa, la deducción lógica era que fue atacado mientras dormía, pero por la cantidad de puñaladas y cortes que tenía por todo su cuerpo además del detalle en el rostro dejaba muy pocas opciones realmente. — Por casualidad… ¿Sabe si Ryoma tuvo algún conflicto fuerte con alguien, alguna discusión de pareja o algo por el estilo...? — Consultó la chica que se hayaba a un lado de la ensangrentada cama inclinada ligeramente por encima de esta para ver con mayor detalle las heridas que le habían arrancado la vida. ~ Me serviría un ninja médico… ~ Pensaba la kunoichi incapaz de deducir mucho más que el arma utilizada fue algo filoso, ni siquiera conocer la profundidad de las mismas le sería útil, después de todo un cuchillo de carnicero fácilmente podría atravesar a una persona de lado a lado.
Lo único que podía sacar en limpio la Senju era que alguien con sumo rencor habría hecho esto, o tal vez algún desquiciado mental pero en su cabeza este último caso no podría mantenerse tranquilo y disimular lo que había hecho, por ende automáticamente descartó la posibilidad. — Además… ¿Sería tan amable de darme una cifra aproximada al menos de habitantes del pueblo...? — Consultó una vez más la joven rubia dirigiéndose al anciano que estaba ahí de pie junto a la puerta en lo que ella seguía tratando de encontrar algún tipo de detalle adicional en el cuerpo de Ryoma. Mientras tanto, tomó un mechón de su cabello con la mano derecha y simplemente comenzó a jugar con este enrollándolo en su dedo y luego liberándolo.
La pregunta de la kunoichi no había sido respondida, pero tras suspirar y dar indicación al posadero el hombre terminó por "invitarles" a pasar, mucho más de lo que la rubia se esperaba pero sin lugar a dudas mucho mejor. De cualquier manera la kunoichi no tardó nada en seguir al hombre dentro de la caseta que en primera instancia se veía normal, a excepción del pomo de la puerta que fue violentado de una forma un tanto curiosa pero que no llamó demasiado la atención de la chica. Lo dicho, a primera instancia todo parecía normal, pero cuando el anciano se paró a un lado de una puerta Noemi supo que tendría que preparar su estómago para ver lo que sea que le hayan hecho al tal Ryoma.
Una imagen sin lugar a dudas desagradable para la kunoichi que había decidido hacerse cargo de la situación. Ryoma se encontraba tendido sobre su cama con poca ropa, la deducción lógica era que fue atacado mientras dormía, pero por la cantidad de puñaladas y cortes que tenía por todo su cuerpo además del detalle en el rostro dejaba muy pocas opciones realmente. — Por casualidad… ¿Sabe si Ryoma tuvo algún conflicto fuerte con alguien, alguna discusión de pareja o algo por el estilo...? — Consultó la chica que se hayaba a un lado de la ensangrentada cama inclinada ligeramente por encima de esta para ver con mayor detalle las heridas que le habían arrancado la vida. ~ Me serviría un ninja médico… ~ Pensaba la kunoichi incapaz de deducir mucho más que el arma utilizada fue algo filoso, ni siquiera conocer la profundidad de las mismas le sería útil, después de todo un cuchillo de carnicero fácilmente podría atravesar a una persona de lado a lado.
Lo único que podía sacar en limpio la Senju era que alguien con sumo rencor habría hecho esto, o tal vez algún desquiciado mental pero en su cabeza este último caso no podría mantenerse tranquilo y disimular lo que había hecho, por ende automáticamente descartó la posibilidad. — Además… ¿Sería tan amable de darme una cifra aproximada al menos de habitantes del pueblo...? — Consultó una vez más la joven rubia dirigiéndose al anciano que estaba ahí de pie junto a la puerta en lo que ella seguía tratando de encontrar algún tipo de detalle adicional en el cuerpo de Ryoma. Mientras tanto, tomó un mechón de su cabello con la mano derecha y simplemente comenzó a jugar con este enrollándolo en su dedo y luego liberándolo.