4/09/2022, 16:04
Por suerte para ella alguien más la acompañaba en las alturas de los tejados, bajo la luz de los astros y la de las llamas crepitantes en la lejanía. Apretó su mandíbula, a la vez que frunció el ceño, dispuesta a seguirle el paso a esa persona. Podía intentar atacarlo ahí mismo, llamar su atención y obligarle a que la enfrentara, pero solo haría que este se diera más prisa en escapar del lugar y seguramente darle una mayor esquiva al conocer el terreno por donde se estaba moviendo. Debía de seguirlo en silencio, con cautela y disimulo, aprovechando los salientes de los tejados para ocultarse si así era necesario y cuando fuera una presa fácil, saltar sobre él y esclarecer lo que estaba pasando.
Pudo reconocer hacia donde se dirigía, o por lo menos parecía estar tomando la misma dirección. Si se trataba del Tigre Azul, se aseguraría de que el haberse cruzado y mentido a la Gata Negra le saliera más caro de lo esperado.
Pudo reconocer hacia donde se dirigía, o por lo menos parecía estar tomando la misma dirección. Si se trataba del Tigre Azul, se aseguraría de que el haberse cruzado y mentido a la Gata Negra le saliera más caro de lo esperado.