8/09/2022, 22:51
La puerta se abrió casi de inmediato al término del último golpe de la kunoichi. Del otro lado había una señora que aparentaba unos cuarenta y largos. Por como se movía y estaba físicamente, quizá podía hasta aparentar más que eso.
—¿Quién es? — Una mirada rápida recorrió de arriba a abajo a la Yuki. —Ah.. oh. Ya veo. — Soltó cuando vio la bandana en la rodilla.
Miura Mayu es una persona algo alta y de contextura delgada. Su cabello suelto llega hasta debajo de los hombros y este es de un rubio bastante claro, aunque las canas ya empezaban a hacerse presentes. Unos ojos apagados y de color negro, adornados por unas ojeras algo marcadas. Su tez blanca y con pocas arrugas visibles. Llevaba un yukata de un color celeste con adornos de flores blancas. En sus manos llevaba un lienzo pintado. Sayori no lo veía completo ya que la mano cubría una parte de este, pero se notaba que era de un gato de color anaranjado. Por cierto, a simple vista se veía que estaba un muy bien hecho y era bastante detallado.
Mayu salió caminando lento de su casa y miró la puerta, pensando en colgar el cuadro en aquel espacio. Con suerte, alguien que pasara por allí y viera el cartel, podía reconocer el gato y serle de ayuda. Aunque, también podía que la persona en frente suya llegase a resolver su problema.
—Como probablemente hayas leído en tu misión, mi nombre es Miura Mayu. Un gusto. — Había volteado solo para hacerle una leve reverencia y luego colgaría el cuadro en la puerta.
Ya en la puerta, la muchacha podría ver con más detalle al gato. Este tenía unos ojos verdosos y tenía unos toques y unas líneas blancas más cerca de la carita y de su cola. Sacando esas dos excepciones, todo el pelaje era anaranjado.
—Te lo describiría un poco más, pero una imagen vale más que mil palabras, ¿no? Si quieres puedo darte un dibujo algo más pequeño para que lleves en el bolsillo, cosa de reconocerlo mientras vayas por allí buscándolo. — A pesar de estar hablándole a la ninja, no le estaba mirando directamente. No parecía ser muy hábil con los sociales. —Responde al nombre de Michio. Probablemente si alguien lo ve y lo llama, irá con la persona que lo haga.
La mujer esperaría un poco, viendo si la chica tenía alguna pregunta que hacerle para empezar su búsqueda.
—¿Quién es? — Una mirada rápida recorrió de arriba a abajo a la Yuki. —Ah.. oh. Ya veo. — Soltó cuando vio la bandana en la rodilla.
Miura Mayu es una persona algo alta y de contextura delgada. Su cabello suelto llega hasta debajo de los hombros y este es de un rubio bastante claro, aunque las canas ya empezaban a hacerse presentes. Unos ojos apagados y de color negro, adornados por unas ojeras algo marcadas. Su tez blanca y con pocas arrugas visibles. Llevaba un yukata de un color celeste con adornos de flores blancas. En sus manos llevaba un lienzo pintado. Sayori no lo veía completo ya que la mano cubría una parte de este, pero se notaba que era de un gato de color anaranjado. Por cierto, a simple vista se veía que estaba un muy bien hecho y era bastante detallado.
Mayu salió caminando lento de su casa y miró la puerta, pensando en colgar el cuadro en aquel espacio. Con suerte, alguien que pasara por allí y viera el cartel, podía reconocer el gato y serle de ayuda. Aunque, también podía que la persona en frente suya llegase a resolver su problema.
—Como probablemente hayas leído en tu misión, mi nombre es Miura Mayu. Un gusto. — Había volteado solo para hacerle una leve reverencia y luego colgaría el cuadro en la puerta.
Ya en la puerta, la muchacha podría ver con más detalle al gato. Este tenía unos ojos verdosos y tenía unos toques y unas líneas blancas más cerca de la carita y de su cola. Sacando esas dos excepciones, todo el pelaje era anaranjado.
—Te lo describiría un poco más, pero una imagen vale más que mil palabras, ¿no? Si quieres puedo darte un dibujo algo más pequeño para que lleves en el bolsillo, cosa de reconocerlo mientras vayas por allí buscándolo. — A pesar de estar hablándole a la ninja, no le estaba mirando directamente. No parecía ser muy hábil con los sociales. —Responde al nombre de Michio. Probablemente si alguien lo ve y lo llama, irá con la persona que lo haga.
La mujer esperaría un poco, viendo si la chica tenía alguna pregunta que hacerle para empezar su búsqueda.