9/09/2022, 10:55
—Oh. Bien.
Escuchar que en su nombre había un "Yuki" había aliviado un poco más a la mujer. No era que no confiaba en ella antes de saber su clan, pero parecía que ese detalle le inspiraba bastante confianza.
Luego, la kunoichi aceptó que la mujer le diera un dibujo más chico para que pueda llevar consigo. Quizá teniendo ya los detalles en mente le era suficiente, aunque nunca venía mal refrescar la memoria con un dibujo. Además, la dueña se lo estaba ofreciendo, por lo que no le costaba nada decirle que si.
Mayu amagó a meterse para adentro a buscar el dibujo, pues no pensó que la chica ya iba a llegar y no tenía eso a mano. Frenó cuando escuchó a la muchacha pedirle comida para darle al gato cuando lo encuentre porque, probablemente, iba a tener hambre, también como una estrategia para atraerle.
Se quedó mirándole unos segundos, ya que no era algo que había pensado y la verdad tenía toda la lógica del mundo.
—Supongo que para esto te contraté. — Viró hacia adentro y comenzó a caminar por ese pasillo largo y estrecho de la casa. Mientras, reía, festejándose ella misma lo que había dicho.
No había dicho nada más y había dejado la puerta abierta. A la ninja no le dijo que la acompañe adentro ni le pidió que se quede afuera. Sin embargo, no parecía que le fuese a molestar ninguna de las dos opciones que tome Sayori. Por lo que tenía la libertad de elegir que hacer.
Lo que sí, con un andar tosco y algo lento, era probable que la señora se tarde un par de minutos en llevarle la comida y el dibujo. Aunque no más de unos 3 o 4 minutos.
Escuchar que en su nombre había un "Yuki" había aliviado un poco más a la mujer. No era que no confiaba en ella antes de saber su clan, pero parecía que ese detalle le inspiraba bastante confianza.
Luego, la kunoichi aceptó que la mujer le diera un dibujo más chico para que pueda llevar consigo. Quizá teniendo ya los detalles en mente le era suficiente, aunque nunca venía mal refrescar la memoria con un dibujo. Además, la dueña se lo estaba ofreciendo, por lo que no le costaba nada decirle que si.
Mayu amagó a meterse para adentro a buscar el dibujo, pues no pensó que la chica ya iba a llegar y no tenía eso a mano. Frenó cuando escuchó a la muchacha pedirle comida para darle al gato cuando lo encuentre porque, probablemente, iba a tener hambre, también como una estrategia para atraerle.
Se quedó mirándole unos segundos, ya que no era algo que había pensado y la verdad tenía toda la lógica del mundo.
—Supongo que para esto te contraté. — Viró hacia adentro y comenzó a caminar por ese pasillo largo y estrecho de la casa. Mientras, reía, festejándose ella misma lo que había dicho.
No había dicho nada más y había dejado la puerta abierta. A la ninja no le dijo que la acompañe adentro ni le pidió que se quede afuera. Sin embargo, no parecía que le fuese a molestar ninguna de las dos opciones que tome Sayori. Por lo que tenía la libertad de elegir que hacer.
Lo que sí, con un andar tosco y algo lento, era probable que la señora se tarde un par de minutos en llevarle la comida y el dibujo. Aunque no más de unos 3 o 4 minutos.