10/09/2022, 08:07
*Avanzando por ese largo y angosto pasillo nada llamó su atención, habían unos cuadros pero no tenían el mismo estilo que el de la entrada. Al final de ese camino se encontraba la cocina, era pequeña pero acogedora y le sorprendió un poco verla tan ordenada pues la mujer no parecía ser tan sociable ni recibir visitas con frecuencia.
Mayu tomó algo de la cocina y se dirigió a otra habitación, hasta ese punto no se había percatado de que Sayori se encontraba allí, esta tampoco había mencionado una palabra durante todo el tiempo que estuvo ahí, prefería observar y permanecer con sus pensamientos.
La habitación junto a la cocina tenía un aspecto totalmente distinto, mucho más desordenado por así decirlo, con más cuadros y herramientas comunes para un artista, allí sus ojos se encontraron con ese estilo que habían llamado su atención, ya no tenía ninguna duda, la mujer era una artista y parecía que se ganaba la vida pintando cuadros de paisajes de la aldea o retratos de shinobis.
Un punto de la habitación terminó por captar la mirada de Sayori pues destacaba del resto por su colorido, el color anaranjado ocupaba la mayoría de ese espacio y era que, en esa esquina se encontraban más cuadros del gato que debía buscar, a pesar de ser el mismo gato no todos los retratos eran iguales, algunos variaban un poco en los colores como si Mayu estuviera experimentando alguna técnica o acabado que le den ese toque de realismo que caracterizaba su estilo.*
«Ese debe ser Michio sin duda… debe extrañarlo mucho…»
*No se había percatado de las acciones de Mayu en todo ese momento hasta que ella se giró y le habló, luego se acercó y le entregó tanto el dibujo como el tupper que contenía el alimento para Michio.*
- Sí…esto es suficiente, muchas gracias…
*Le respondió tomando los objetos y asegurándose de guardar bien la estampa grabada dentro del bolsillo de su pantalón, no quería estropearlo en el camino. El tupper con las sardinas las guardó en su portaobjetos notando que no tenía otro lugar donde guardarlo.*
- ¡Prometo que encontraré a Michio!
*Agregó por último mientras la mujer se dirigía a otra habitación, sentía que no tenía preguntas ni otra petición, así que la kunoichi se marchó recorriendo el pasillo de regreso, cerró la puerta como le había indicado la mujer y volvió a colocarse su capucha, ahora debía pensar por dónde podía comenzar a buscar al gato.
Basándose en lo que decía el pergamino subió al techo vecino, concentrando chakra en sus pies para no resbalar por la lluvia y desde allí observó sus alrededores, por como estaba el clima dudaba que Michio estuviera en uno de esos techos en ese momento, todo el mundo sabe que a los gatos no les gusta el agua.*
«Quizás… si uno de estos techos tiene una abertura para refugiarse de la lluvia… o… talvez se fue a buscar un lugar cálido lejos de aquí… tsk no sé por dónde empezar…»
Mayu tomó algo de la cocina y se dirigió a otra habitación, hasta ese punto no se había percatado de que Sayori se encontraba allí, esta tampoco había mencionado una palabra durante todo el tiempo que estuvo ahí, prefería observar y permanecer con sus pensamientos.
La habitación junto a la cocina tenía un aspecto totalmente distinto, mucho más desordenado por así decirlo, con más cuadros y herramientas comunes para un artista, allí sus ojos se encontraron con ese estilo que habían llamado su atención, ya no tenía ninguna duda, la mujer era una artista y parecía que se ganaba la vida pintando cuadros de paisajes de la aldea o retratos de shinobis.
Un punto de la habitación terminó por captar la mirada de Sayori pues destacaba del resto por su colorido, el color anaranjado ocupaba la mayoría de ese espacio y era que, en esa esquina se encontraban más cuadros del gato que debía buscar, a pesar de ser el mismo gato no todos los retratos eran iguales, algunos variaban un poco en los colores como si Mayu estuviera experimentando alguna técnica o acabado que le den ese toque de realismo que caracterizaba su estilo.*
«Ese debe ser Michio sin duda… debe extrañarlo mucho…»
*No se había percatado de las acciones de Mayu en todo ese momento hasta que ella se giró y le habló, luego se acercó y le entregó tanto el dibujo como el tupper que contenía el alimento para Michio.*
- Sí…esto es suficiente, muchas gracias…
*Le respondió tomando los objetos y asegurándose de guardar bien la estampa grabada dentro del bolsillo de su pantalón, no quería estropearlo en el camino. El tupper con las sardinas las guardó en su portaobjetos notando que no tenía otro lugar donde guardarlo.*
- ¡Prometo que encontraré a Michio!
*Agregó por último mientras la mujer se dirigía a otra habitación, sentía que no tenía preguntas ni otra petición, así que la kunoichi se marchó recorriendo el pasillo de regreso, cerró la puerta como le había indicado la mujer y volvió a colocarse su capucha, ahora debía pensar por dónde podía comenzar a buscar al gato.
Basándose en lo que decía el pergamino subió al techo vecino, concentrando chakra en sus pies para no resbalar por la lluvia y desde allí observó sus alrededores, por como estaba el clima dudaba que Michio estuviera en uno de esos techos en ese momento, todo el mundo sabe que a los gatos no les gusta el agua.*
«Quizás… si uno de estos techos tiene una abertura para refugiarse de la lluvia… o… talvez se fue a buscar un lugar cálido lejos de aquí… tsk no sé por dónde empezar…»
«Pienso» l Hablo l Narro