11/05/2015, 21:55
Aquella escena debería resultar bastante cómica, aquel muchacho caminaba despreocupadamente, intercalando su mirada una y otra vez entre el mar y la arena de la playa, una y otra y otra y otra.... Hasta que, de repente, su mirada se topó con Riko, allí tumbado en la arena, bajo un sol abrasador y sí, con su sudadera negra negra y su bufanda roja, pero, a diferencia de otros, él no tenía ni pizca de calor, se encontraba muy a gusto, y lo que sucedió a continuación, le hizo bastante gracia.
El muchacho que se aproximaba a él, al verle, redujo el paso hasta casi pararse, parecía no fiarse del Shokkou, y la verdad que no lo culpaba, él tampoco se fiaría si, mientras daba un tranquilo paseo por la playa se encontraba a un hombre tumbado en la arena mirándole fija y descaradamente.
Finalmente, el chico pareció no soportar la mirada fija que había clavado Riko en él y se decidió a hablar mientras se aproximaba poco a poco, aún sin fiarse demasiado.
— Hola, ¿qué tal? — Preguntó el pelinegro mientras se incorporaba, era una falta de respeto hablar con alguien tumbado, al menos, a él se lo parecía.
Ahora que le tenía cerca si podía distinguirle, era un muchacho de su edad, año arriba año abajo, un poco más bajito que él y una complexión bastante similar a la suya, y sí, pudo confirmar que le conocía, llevaba una bandana de Uzushiogakure en su frente.
— Sí, exacto, Shokkou Riko. Tú también me suenas un montón... Esto... Jiro, Jeru... ¡Juro! Eso, Juro, ¿verdad? — Exclamó Riko tras darse un pequeño golpe en la mano derecha con el puño izquierdo. — Sí, realmente yo me he graduado hoy... Así que sí, hasta hace muy poco. — Comentó el pequeño de los Shokkou.
— Bueno Juro, ¿qué te trae por aquí? —
« Intenta hacerte su amigo Riko, que te vendrá bien tener amigos a partir de ahora »
El muchacho que se aproximaba a él, al verle, redujo el paso hasta casi pararse, parecía no fiarse del Shokkou, y la verdad que no lo culpaba, él tampoco se fiaría si, mientras daba un tranquilo paseo por la playa se encontraba a un hombre tumbado en la arena mirándole fija y descaradamente.
Finalmente, el chico pareció no soportar la mirada fija que había clavado Riko en él y se decidió a hablar mientras se aproximaba poco a poco, aún sin fiarse demasiado.
— Hola, ¿qué tal? — Preguntó el pelinegro mientras se incorporaba, era una falta de respeto hablar con alguien tumbado, al menos, a él se lo parecía.
Ahora que le tenía cerca si podía distinguirle, era un muchacho de su edad, año arriba año abajo, un poco más bajito que él y una complexión bastante similar a la suya, y sí, pudo confirmar que le conocía, llevaba una bandana de Uzushiogakure en su frente.
— Sí, exacto, Shokkou Riko. Tú también me suenas un montón... Esto... Jiro, Jeru... ¡Juro! Eso, Juro, ¿verdad? — Exclamó Riko tras darse un pequeño golpe en la mano derecha con el puño izquierdo. — Sí, realmente yo me he graduado hoy... Así que sí, hasta hace muy poco. — Comentó el pequeño de los Shokkou.
— Bueno Juro, ¿qué te trae por aquí? —
« Intenta hacerte su amigo Riko, que te vendrá bien tener amigos a partir de ahora »
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