20/09/2022, 14:07
El hombre balbuceó, más que palabras, sonidos ininteligibles. Acababa de cruzar una línea roja, y si seguía hablando, terminaría por saltar al abismo. Aunque, ¿acaso no estaba cayendo ya? Si Nathifa se enteraba que había revelado el secreto del túnel de escape, no tendría salvación. Quizá lo mejor fuese que aquellos malnacidos delincuentes lograsen su objetivo de escapar, sin hacer ruido, sin molestar. Porque con que tan solo uno de ellos fuese capturado con vida, su perdición estaría asegurada.
—A varias salas —respondió, decidiéndose al fin—. La habitación personal de Nathifa. Su despacho personal. También una sala acorazada donde se guarda el dinero y los activos de la prisión. Un almacén con comida. Una sala de experimentos. Otra sala donde se colocan los sellos de esclavitud. Unos baños, un cuarto con diversos utensilios de mantenimiento y limpieza… Sí, creo que eso es todo.
—A varias salas —respondió, decidiéndose al fin—. La habitación personal de Nathifa. Su despacho personal. También una sala acorazada donde se guarda el dinero y los activos de la prisión. Un almacén con comida. Una sala de experimentos. Otra sala donde se colocan los sellos de esclavitud. Unos baños, un cuarto con diversos utensilios de mantenimiento y limpieza… Sí, creo que eso es todo.