21/09/2022, 23:34
Por suerte, el feroz y mortal ataque del animal no iba a ser suficiente para abatir a una kunoichi de Ame. Tenía suerte de que el felino había decidido quedarse por la zona donde transitaba y no seguirla, la persecución iba a ser igual de intensa que aquel arañazo.
Sea como sea, Sayori huyó sin problema alguno del lugar y pudo seguir buscando por otros lados. Ella andaba concentrada, tanto en que no vuelva el gato agresivo como en que aparezcan otros felinos. No solo no aparecieron más de estos, sino que en un momento notaría que estaba en un lugar que no ubicaba para nada. Tampoco se acordaba como había llegado hasta ahí. Quizá tener un pésimo sentido de la orientación iba a complicarle un poco la tarea. O quizá no, después de todo tenía que encontrar a un animal que se perdió y perdiéndose ella podía encontrarlo mucho más fácil. Bueno, realmente no sé si eso funciona así.
Sinceramente, el panorama de donde se encontraba era bastante similar al anterior. Casas y más casas. Esta vez todas las casas estaban un poco más niveladas y se podía observar a más distancia, ya que no tenía estructuras con más altura que le obstaculicen la vista.
No vería nada fuera de lo natural ni nada que le llame la atención. Al contrario, su sentido auditivo si captaría algo, sacando el constante ruido de la lluvia que ya era casi como un tinnitus para los amejines. Escucharía a lo lejos cerrarse con algo de fuerza una ventana. Por otro lado, algo más cerca, escucharía conversar a algunas personas. Para ver a estas, debería asomarse a ver por la calle para ver quienes eran o que estaban haciendo o de que charlaban.
Sea como sea, Sayori huyó sin problema alguno del lugar y pudo seguir buscando por otros lados. Ella andaba concentrada, tanto en que no vuelva el gato agresivo como en que aparezcan otros felinos. No solo no aparecieron más de estos, sino que en un momento notaría que estaba en un lugar que no ubicaba para nada. Tampoco se acordaba como había llegado hasta ahí. Quizá tener un pésimo sentido de la orientación iba a complicarle un poco la tarea. O quizá no, después de todo tenía que encontrar a un animal que se perdió y perdiéndose ella podía encontrarlo mucho más fácil. Bueno, realmente no sé si eso funciona así.
Sinceramente, el panorama de donde se encontraba era bastante similar al anterior. Casas y más casas. Esta vez todas las casas estaban un poco más niveladas y se podía observar a más distancia, ya que no tenía estructuras con más altura que le obstaculicen la vista.
No vería nada fuera de lo natural ni nada que le llame la atención. Al contrario, su sentido auditivo si captaría algo, sacando el constante ruido de la lluvia que ya era casi como un tinnitus para los amejines. Escucharía a lo lejos cerrarse con algo de fuerza una ventana. Por otro lado, algo más cerca, escucharía conversar a algunas personas. Para ver a estas, debería asomarse a ver por la calle para ver quienes eran o que estaban haciendo o de que charlaban.