23/09/2022, 03:44
Sayori parecía no llegar a comprender que era lo que estaba pasando ahí. Iba a quedarse mirándolos por si estos soltaban alguna información importante o, tal vez, solo quería chusmear que estaban por hacer esos dos muchachos. Sea una o la otra, la realidad es que allí solo había dos personas tonteando, siendo tiernos y muy melosos. Vamos, haciendo todas las cosas estúpidas que hace uno en ese estado sentimental.
Estuvieron dándose de besos durante algunos segundos, hasta que una voz bastante grave se hizo resonar por las partes altas de las casas.
—YA, YA. SUELTA.
En dirección de donde venían los anteriores ruidos, se oyó nuevamente cerrarse la ventana con fuerza. Luego salió, de un hueco entre unas casas, un gato de color gris huyendo del lugar. Tenía algo en la boca, lo cual no era muy distinguible. Pasó rápido cerca de la ninja, a la cual miró de reojo, y terminó bajando por la calle donde estaban los tórtolos. Mientras que, estos dos últimos, miraron a la joven trepada en los techos al oír la voz grave gritar. Se notaba que ambos estaban sonrojados.
—¿Q-qué hacías ahí arriba? ... ¡Metiche!
El felino seguiría algunas pocas cuadras y se metería dentro de un callejón.
Estuvieron dándose de besos durante algunos segundos, hasta que una voz bastante grave se hizo resonar por las partes altas de las casas.
—YA, YA. SUELTA.
En dirección de donde venían los anteriores ruidos, se oyó nuevamente cerrarse la ventana con fuerza. Luego salió, de un hueco entre unas casas, un gato de color gris huyendo del lugar. Tenía algo en la boca, lo cual no era muy distinguible. Pasó rápido cerca de la ninja, a la cual miró de reojo, y terminó bajando por la calle donde estaban los tórtolos. Mientras que, estos dos últimos, miraron a la joven trepada en los techos al oír la voz grave gritar. Se notaba que ambos estaban sonrojados.
—¿Q-qué hacías ahí arriba? ... ¡Metiche!
El felino seguiría algunas pocas cuadras y se metería dentro de un callejón.