23/09/2022, 05:38
*Tuvo que quedarse espiando a esos muchachos en su privacidad, sabía que no debía pero la curiosidad pudo más y tardó un poco hasta que finalmente se dio cuenta de que ese par actuaba como los personajes masculinos de aquellos libros que una chica tímida como ella, jamás admitiría en voz alta que le gustaran, de hecho si dedicara tiempo a escribir tanto como le gustaba leer, ya tendría material para comenzar una trama, quien sabe quizás en un par de años adoptando por supuesto una identidad falsa como bien hacían muchos autores... no sonaba tan mal.
Observando la escena completamente perdida en sus pensamientos, olvidó la ventana que se había abierto momentos atrás, pero en la misma dirección escucha un grito que la sorprende y la devuelve a la realidad. Acto seguido la ventana se cierra de golpe y las siguientes acciones suceden muy rápido. Sayori notó un gato gris con algo en la boca pasar muy cerca de ella, en este punto había olvidado por completo a los muchachos hasta que es descubierta y ahora era su turno de estar muy avergonzada por haberlos visto.
No lo dudó ni un segundo, no había como dar una explicación y no quería meterse en más problemas así que huyó en la misma dirección del gato gris, bajando por la calle, esquivando personas y casi alcanzándolo. Parecían compañeros huyendo de un crimen hasta que el felino se mete en un callejón y es perdido de vista. Sayori se detuvo entonces a recuperar el aliento, esperaba haber perdido a los muchachos… definitivamente no era su día, tenía un arañazo en la pierna, estaba con hambre, perdida y no sabía dónde buscar a Michio, ya solo faltaba que dejara de llover.*
Observando la escena completamente perdida en sus pensamientos, olvidó la ventana que se había abierto momentos atrás, pero en la misma dirección escucha un grito que la sorprende y la devuelve a la realidad. Acto seguido la ventana se cierra de golpe y las siguientes acciones suceden muy rápido. Sayori notó un gato gris con algo en la boca pasar muy cerca de ella, en este punto había olvidado por completo a los muchachos hasta que es descubierta y ahora era su turno de estar muy avergonzada por haberlos visto.
No lo dudó ni un segundo, no había como dar una explicación y no quería meterse en más problemas así que huyó en la misma dirección del gato gris, bajando por la calle, esquivando personas y casi alcanzándolo. Parecían compañeros huyendo de un crimen hasta que el felino se mete en un callejón y es perdido de vista. Sayori se detuvo entonces a recuperar el aliento, esperaba haber perdido a los muchachos… definitivamente no era su día, tenía un arañazo en la pierna, estaba con hambre, perdida y no sabía dónde buscar a Michio, ya solo faltaba que dejara de llover.*
«Pienso» l Hablo l Narro