24/09/2022, 05:05
*Mientras la kunoichi recuperaba el aliento escuchó un sonido venir desde una parte más profunda de ese callejón, específicamente desde un contenedor. Así que el gato no había escapado después de todo, solo se le había perdido de vista pues el lugar era un poco oscuro pero no tanto y allí estaba, aquel gato gris que salió de la nada y que la había metido en problemas minutos atrás.
Sayori no estaba molesta con el animal, después de todo sabía que no debió estar allí espiando en primer lugar. Recordó que el gato estaba huyendo al igual que ella y que llevaba algo en su boca pero no pudo asegurar qué… ¿era comida? ¿un objeto? Probablemente lo primero pues viendo la estructura de la aldea no parecía un lugar donde se pudiera sobrevivir fácilmente sin un techo y comida a diario, obligando a estos seres a obtenerla por otros medios.*
- Oi… me diste un susto hace un rato… ¿me dejas ver qué traes ahí? -
*Solo podía observar su cola, el felino estaba buscando o cavando algo del contenedor, la kunoichi había aprendido que algunos gatos podían ser bastante agresivos y prefirió evitar acercarse, no quería recibir otro zarpazo, tampoco quería asustarlo ni molestarlo así que solo se quedó allí, hablándole como si aquel animal podría entenderle.*
- Um… busco a un gato… tiene hogar, su nombre es Michio… no sé por qué escapó pero… debe ser difícil encontrar comida en esta zona, ¿verdad?… me pregunto si estará bien…
...hasta ahora no he hecho más que meterme en problemas y no tengo idea de dónde puede estar... heh... vaya ninja resulté ser... -
*No sabía por qué pero le resultaba fácil hablarle a ese gato a diferencia de a cualquier persona, talvez porque estaba consciente de que no le podía responder y porque tampoco veía a nadie en el lugar lo que le dio más confianza en sí misma. Y claro, cualquiera que la vea en ese momento pensaría que estaba loca por ponerse a hablar con un gato, pero no lo estaba solo era un poco peculiar, un poco.*
- Llevo algo de comida conmigo… si… si prometes no atacarme… o robarme… te prometo darte un poco… -
*Sabía que el animal no le iba a responder, que era imposible negociar y que probablemente actuaría por instinto. Entonces caminó despacio hacia el contenedor sin querer acercarse demasiado ni bajar la guardia, si el gato la rechazaba solo se iría, no tenía mayor motivo para seguir allí más allá de sacarse la duda de lo que se había llevado de las casas.*
Sayori no estaba molesta con el animal, después de todo sabía que no debió estar allí espiando en primer lugar. Recordó que el gato estaba huyendo al igual que ella y que llevaba algo en su boca pero no pudo asegurar qué… ¿era comida? ¿un objeto? Probablemente lo primero pues viendo la estructura de la aldea no parecía un lugar donde se pudiera sobrevivir fácilmente sin un techo y comida a diario, obligando a estos seres a obtenerla por otros medios.*
- Oi… me diste un susto hace un rato… ¿me dejas ver qué traes ahí? -
*Solo podía observar su cola, el felino estaba buscando o cavando algo del contenedor, la kunoichi había aprendido que algunos gatos podían ser bastante agresivos y prefirió evitar acercarse, no quería recibir otro zarpazo, tampoco quería asustarlo ni molestarlo así que solo se quedó allí, hablándole como si aquel animal podría entenderle.*
- Um… busco a un gato… tiene hogar, su nombre es Michio… no sé por qué escapó pero… debe ser difícil encontrar comida en esta zona, ¿verdad?… me pregunto si estará bien…
...hasta ahora no he hecho más que meterme en problemas y no tengo idea de dónde puede estar... heh... vaya ninja resulté ser... -
*No sabía por qué pero le resultaba fácil hablarle a ese gato a diferencia de a cualquier persona, talvez porque estaba consciente de que no le podía responder y porque tampoco veía a nadie en el lugar lo que le dio más confianza en sí misma. Y claro, cualquiera que la vea en ese momento pensaría que estaba loca por ponerse a hablar con un gato, pero no lo estaba solo era un poco peculiar, un poco.*
- Llevo algo de comida conmigo… si… si prometes no atacarme… o robarme… te prometo darte un poco… -
*Sabía que el animal no le iba a responder, que era imposible negociar y que probablemente actuaría por instinto. Entonces caminó despacio hacia el contenedor sin querer acercarse demasiado ni bajar la guardia, si el gato la rechazaba solo se iría, no tenía mayor motivo para seguir allí más allá de sacarse la duda de lo que se había llevado de las casas.*
«Pienso» l Hablo l Narro