25/09/2022, 00:33
Acostumbrada a dormir sola, Kinumi se movía por al cama como pez en el agua. Buscando el lado fresco de la almohada, de la cama y de la vida. Sin embargo, estaba tan cansada que Yuki solo se llevaría un par de manotazos y una patada durante toda la noche.
Normalmente se levantaba al amanecer, desayunaba y empezaba a entrenar, pero ahora que Yuki había tomado el mando de su horario y de su entrenamiento y de su vida, Kinumi se había relajado en ese aspecto. No había necesidad de despertarse ella, ya lo haría su sensei cuando lo creyese apropiado.
Así que dormiría hasta que su alarma en forma de Jounin manca la despertase, si lo hacía.
Normalmente se levantaba al amanecer, desayunaba y empezaba a entrenar, pero ahora que Yuki había tomado el mando de su horario y de su entrenamiento y de su vida, Kinumi se había relajado en ese aspecto. No había necesidad de despertarse ella, ya lo haría su sensei cuando lo creyese apropiado.
Así que dormiría hasta que su alarma en forma de Jounin manca la despertase, si lo hacía.