14/02/2016, 23:00
Se notaban las habilidades medicas de Eri. Puso a Tsuki en una posición un tanto dificil y aprovechó la primera obertura que le ofreció la muchacha de Takigakure para propinarle un preciso golpe en la nuca con una precisión milimetrica dejandola inconsciente en el acto. Obviamente, el cuerpo de la chica cayó al suelo de inmediato, lo cual alarmó a sus dos parientes en la sala.
El anciano sin agitarse lo más minimo, apareció al lado de su nieta tomando con la mano derecha la muñeca de la kunoichi. A continuación, le dio un golpe en la rodilla y al ver que habia respuesta por parte del cuerpo sencillamente se levantó y volvió a su sitio.
Llevala a su cama, solo esta inconsciente.
Le ordenó a su nieto, quien obedeció comprobando en el rostro de su abuelo que su hermana estaba perfectamente. En ese momento comprendió que esa pareja de shinobis de Uzushiogakure no eran unos cualquieras, no como los anteriores shinobis que se habian plantado en aquel dojo con una soberbia de calibres titanicos y que al verse despojados de sus jutsus no eran más que unos bocachanclas ineptos. No, por lo menos esos dos sabian lo que se hacian sin necesidad de chakra ni tecnicas.
Nabi lo habia observado todo. La chica no habia caido inconsciente por ninguna corriente de chakra ni nada parecido, habia sido un golpe certero en un sitio clave. Él no hubiera sido capaz de hacerlo, pero a lo mejor ahora que lo habia visto se animaba a probarlo.
En cuanto regresó el muchacho, parecia diferente. Llevababa ambas manos vendadas hasta el codo, igual que las piernas hasta la rodilla. Aunque solo parecia un niño, su mirada parecia decidida a vengarse de la perdida que habian sufrido a manos de Uzushiogakure.
Hacia tiempo que no tenia que dar una medalla.
Se metió la mano en algún bolsillo secreto del kimono que llevaba y sacó una pequeña reliquia hecha de acero pulido que parecia un reloj de arena, es decir, un triangulo reflejado resultando en dos triangulos, uno boca abajo y otro boca arriba, que se encontraban en un vertice común. En ese punto donde se juntaban habia un adorno de oro puro hecho a relieve que tenia la forma de un puño. Parecia estar nuevecito y muy bien hecho y cuidado. Se acercó a la chica y se lo puso en la mano izquierda, cogiendole dicha mano con las dos suyas.
Ha sido un combate hermoso, sin duda, de los mejores que veia desde hacia tiempo. Con esa habilidad incluso podrias ganar el torneo. Jojojojo.
La soltó y se volvió a su cojin, donde se sento.
El anciano sin agitarse lo más minimo, apareció al lado de su nieta tomando con la mano derecha la muñeca de la kunoichi. A continuación, le dio un golpe en la rodilla y al ver que habia respuesta por parte del cuerpo sencillamente se levantó y volvió a su sitio.
Llevala a su cama, solo esta inconsciente.
Le ordenó a su nieto, quien obedeció comprobando en el rostro de su abuelo que su hermana estaba perfectamente. En ese momento comprendió que esa pareja de shinobis de Uzushiogakure no eran unos cualquieras, no como los anteriores shinobis que se habian plantado en aquel dojo con una soberbia de calibres titanicos y que al verse despojados de sus jutsus no eran más que unos bocachanclas ineptos. No, por lo menos esos dos sabian lo que se hacian sin necesidad de chakra ni tecnicas.
Nabi lo habia observado todo. La chica no habia caido inconsciente por ninguna corriente de chakra ni nada parecido, habia sido un golpe certero en un sitio clave. Él no hubiera sido capaz de hacerlo, pero a lo mejor ahora que lo habia visto se animaba a probarlo.
En cuanto regresó el muchacho, parecia diferente. Llevababa ambas manos vendadas hasta el codo, igual que las piernas hasta la rodilla. Aunque solo parecia un niño, su mirada parecia decidida a vengarse de la perdida que habian sufrido a manos de Uzushiogakure.
Hacia tiempo que no tenia que dar una medalla.
Se metió la mano en algún bolsillo secreto del kimono que llevaba y sacó una pequeña reliquia hecha de acero pulido que parecia un reloj de arena, es decir, un triangulo reflejado resultando en dos triangulos, uno boca abajo y otro boca arriba, que se encontraban en un vertice común. En ese punto donde se juntaban habia un adorno de oro puro hecho a relieve que tenia la forma de un puño. Parecia estar nuevecito y muy bien hecho y cuidado. Se acercó a la chica y se lo puso en la mano izquierda, cogiendole dicha mano con las dos suyas.
Ha sido un combate hermoso, sin duda, de los mejores que veia desde hacia tiempo. Con esa habilidad incluso podrias ganar el torneo. Jojojojo.
La soltó y se volvió a su cojin, donde se sento.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)