6/10/2022, 11:18
Imitó su saludo, inclinando la cabeza.
—¿Varios días?
Posó su mano en la barbilla, pensativo y viendo como se podía resolver aquel tema. El hombre estaba absorto en sus pensamientos, tal así que no se dio cuenta que había un acechador en las alturas. Al terminar de decir "techos", Sayori vería un gato que se asomaba por el techo de aquella casa. No era ni más ni menos que el mismísimo Kyo.
—Creo que hace unas semanas pasó por acá. Suelo verlo a unas calles de aquí.
Al ver que estaba interactuando con otro humano, tan solo se sentó y se quedó mirando a la humana. No quería interrumpir y, si además soltaba alguna palabra, ya se imaginaba lo que iba a ser la reacción del hombre.
—De hecho, alguna que otra vez lo habré visto pasar por estas calles. Aunque, ya hace más semanas aún. — Dijo después de rascarse la barbilla y mirando hacia abajo, es decir, en dirección hacia la chica.
Por detrás de Kyo, asomaba otro animal de la misma especie. Por la posición en la que se encontraba, desde abajo no se podía ver bien al gato en cuestión. Pero podía ver la punta de cola meneando de un lado a otro. Una cola color naranja.
—¿Varios días?
Posó su mano en la barbilla, pensativo y viendo como se podía resolver aquel tema. El hombre estaba absorto en sus pensamientos, tal así que no se dio cuenta que había un acechador en las alturas. Al terminar de decir "techos", Sayori vería un gato que se asomaba por el techo de aquella casa. No era ni más ni menos que el mismísimo Kyo.
—Creo que hace unas semanas pasó por acá. Suelo verlo a unas calles de aquí.
Al ver que estaba interactuando con otro humano, tan solo se sentó y se quedó mirando a la humana. No quería interrumpir y, si además soltaba alguna palabra, ya se imaginaba lo que iba a ser la reacción del hombre.
—De hecho, alguna que otra vez lo habré visto pasar por estas calles. Aunque, ya hace más semanas aún. — Dijo después de rascarse la barbilla y mirando hacia abajo, es decir, en dirección hacia la chica.
Por detrás de Kyo, asomaba otro animal de la misma especie. Por la posición en la que se encontraba, desde abajo no se podía ver bien al gato en cuestión. Pero podía ver la punta de cola meneando de un lado a otro. Una cola color naranja.