7/10/2022, 05:56
El hombre se quedó mirando a la chica que le estaba hablando lo más tranquilamente, hasta que detuvo sus palabras y cambió la dirección hacia donde estaba mirando.
—¿Pasó algo? — Un maullido sonó por encima del tipo. Volteó hacia donde estaba mirando Sayori y vio al gato gris en el tejado. Entendió que vio algo donde podía seguir investigando, por lo que la dejó marchar sin más después de su saludo. —No hay de que. Buena suerte.
El hombre cerró la puerta y volvió para dentro de su casa.
Kyo observaba a la muchacha, que se movía lentamente y mantenía su mirada en los gatos. Andaba rodeando la casa, como buscando la forma de subir al tejado de una manera sutil.
—¿Pero qué haces niña? — Preguntó con su gruesa voz a la chica, la cual ya estuvo intentando rodear la casa.
Tanto Kyo como el anaranjado bajaron del techo con un salto y se dirigieron hacia la humana. El felino naranja buscaba un techo mientras que al gris, a pesar de no parecer que le moleste mucho, le seguía a de cerca.
El animal en cuestión era por completo naranja, su cuerpo era parecido al de Kyo y tenía los ojos verdes.
—Escucha, pude encontrar algo de información. — Volteó hacia el otro gato y justo este último sacudió todo su cuerpo, mojando aún más a Kyo. —¿Qué haces cabrón? — Hizo lo propio, pero alejándose para no mojar a nadie mientras se sacudía. —Este es el único gato naranja que encontré, pero me dijeron que había otro más. Lo vieron durante una noche y ya al otro día no se lo vio más.
»¿Qué dices? ¿Se parece? Parece que lleva un tiempo largo en la calle.
El anaranjado miraba a la chica, sentado y tranquilo.
—¿Pasó algo? — Un maullido sonó por encima del tipo. Volteó hacia donde estaba mirando Sayori y vio al gato gris en el tejado. Entendió que vio algo donde podía seguir investigando, por lo que la dejó marchar sin más después de su saludo. —No hay de que. Buena suerte.
El hombre cerró la puerta y volvió para dentro de su casa.
Kyo observaba a la muchacha, que se movía lentamente y mantenía su mirada en los gatos. Andaba rodeando la casa, como buscando la forma de subir al tejado de una manera sutil.
—¿Pero qué haces niña? — Preguntó con su gruesa voz a la chica, la cual ya estuvo intentando rodear la casa.
Tanto Kyo como el anaranjado bajaron del techo con un salto y se dirigieron hacia la humana. El felino naranja buscaba un techo mientras que al gris, a pesar de no parecer que le moleste mucho, le seguía a de cerca.
El animal en cuestión era por completo naranja, su cuerpo era parecido al de Kyo y tenía los ojos verdes.
—Escucha, pude encontrar algo de información. — Volteó hacia el otro gato y justo este último sacudió todo su cuerpo, mojando aún más a Kyo. —¿Qué haces cabrón? — Hizo lo propio, pero alejándose para no mojar a nadie mientras se sacudía. —Este es el único gato naranja que encontré, pero me dijeron que había otro más. Lo vieron durante una noche y ya al otro día no se lo vio más.
»¿Qué dices? ¿Se parece? Parece que lleva un tiempo largo en la calle.
El anaranjado miraba a la chica, sentado y tranquilo.