11/10/2022, 10:42
—Oh... ya veo. Parece no ser este entonces, ¿no? No recordaba bien esa parte blanca que tiene. De hecho, cuesta un poco darse cuenta.
No solo eso el retrato le había confirmado que ese gato no era el que buscaban, sino que también le dijo que respondía al nombre. Ya antes había nombrado a Michio, por lo que se le hacía raro que el gato no reaccionase para nada después de mencionarlo.
El anaranjado siguió aprovechando esos últimos segundos de caricias y comenzó a desistir cuando vio que la chica tenía cosas importantes que hacer. Aún seguía por ahí cerca de ellos, pero se distraía mirando la lluvia y el ambiente en general.
Kyo, por otro lado, se quedó reflexionando sobre lo que le estaba contando Sayori.
—Entiendo. Suponiendo que a Michio le pasó algo y que este hombre lo vio no muy lejos de aquí, puede que esté cerca. Claro, si es que estamos hablando del mismo gato. Ya vimos que no fue muy difícil confundirlos. — Dijo virando su mirada hacia el gato naranja que él había encontrado. —No me gusta mucho como pinta todo esto, pero no hay porqué hacer diagnósticos tempranos.
Comenzó a gatear en dirección al otro lado al que aún no había ido, la de las casas más tradicionales y donde había unos cuantos callejones. Intentaba asomar la cabeza, como viendo si podía ver algo de lejos.
—De todos modos, si aún te queda algún lugar donde preguntar, puedes hacerlo tranquilamente. — Ya sin la protección de un techo y empapándose con la lluvia, comenzó a moverse levemente más rápido. Mientras, le hablaba con su cabeza virada, mirándole a ella. —Yo iré por los callejones que se encuentran por esa dirección para ver si veo algo. Si consigues algo más de información, dirígete hacia allí y seguro que ya nos cruzaremos. Si veo que estuve un rato allá y aún no te cruzo, volveré para aquí.
Ahora si, empezó a ir a su velocidad, un ritmo que a la chica le iba a costar seguir con constancia. Podría verlo hasta que se metió a un primer callejón que se situaba del lado derecho de la calle. Ya partir de ahí, perdería visión de él.
A la Yuki solo le quedaba revisar esa zona. Aún podía revisar otra de las casas que pudieron llamarle la atención anteriormente, una de las dos que aún no había ido. O bien, como ella mencionó antes, podía subirse al techo para ver si había algún otro lugar al que no había ido.
Si cualquiera de las dos cosas llegaba a fallar, todavía tenía la baza de dirigirse para donde fue Kyo y revisar algún lugar que todavía no haya revisado el felino.
No solo eso el retrato le había confirmado que ese gato no era el que buscaban, sino que también le dijo que respondía al nombre. Ya antes había nombrado a Michio, por lo que se le hacía raro que el gato no reaccionase para nada después de mencionarlo.
El anaranjado siguió aprovechando esos últimos segundos de caricias y comenzó a desistir cuando vio que la chica tenía cosas importantes que hacer. Aún seguía por ahí cerca de ellos, pero se distraía mirando la lluvia y el ambiente en general.
Kyo, por otro lado, se quedó reflexionando sobre lo que le estaba contando Sayori.
—Entiendo. Suponiendo que a Michio le pasó algo y que este hombre lo vio no muy lejos de aquí, puede que esté cerca. Claro, si es que estamos hablando del mismo gato. Ya vimos que no fue muy difícil confundirlos. — Dijo virando su mirada hacia el gato naranja que él había encontrado. —No me gusta mucho como pinta todo esto, pero no hay porqué hacer diagnósticos tempranos.
Comenzó a gatear en dirección al otro lado al que aún no había ido, la de las casas más tradicionales y donde había unos cuantos callejones. Intentaba asomar la cabeza, como viendo si podía ver algo de lejos.
—De todos modos, si aún te queda algún lugar donde preguntar, puedes hacerlo tranquilamente. — Ya sin la protección de un techo y empapándose con la lluvia, comenzó a moverse levemente más rápido. Mientras, le hablaba con su cabeza virada, mirándole a ella. —Yo iré por los callejones que se encuentran por esa dirección para ver si veo algo. Si consigues algo más de información, dirígete hacia allí y seguro que ya nos cruzaremos. Si veo que estuve un rato allá y aún no te cruzo, volveré para aquí.
Ahora si, empezó a ir a su velocidad, un ritmo que a la chica le iba a costar seguir con constancia. Podría verlo hasta que se metió a un primer callejón que se situaba del lado derecho de la calle. Ya partir de ahí, perdería visión de él.
A la Yuki solo le quedaba revisar esa zona. Aún podía revisar otra de las casas que pudieron llamarle la atención anteriormente, una de las dos que aún no había ido. O bien, como ella mencionó antes, podía subirse al techo para ver si había algún otro lugar al que no había ido.
Si cualquiera de las dos cosas llegaba a fallar, todavía tenía la baza de dirigirse para donde fue Kyo y revisar algún lugar que todavía no haya revisado el felino.