13/10/2022, 02:38
Lejos de enojarse o ponerse agresivo, el hombre sonrió al ver como la chiquilla no se achantaba. Ya conocía muchos genin que con solo su aspecto estarían cagados encima, y si les tiraba una puyita, ni siquiera se despedían para irse por patas.
Le sorprendió la novata, pero más le sorprendió lo que dijo a continuación.
—¿Michi qué? — Levantó una de las cejas y, tranquilo, se asomó un poco más fuera de su casa.
Sayori intentaba ojear dentro de la casa y la puerta se abrió solo un poco más al salir el hombre. Aún no se veía mucho, solo todo el desorden que tenía con los muebles y poca iluminación interior.
—¿Por qué estas buscando un gato? — Miró para los costados y para la calle, buscando si había más personas además de la pequeña.
El hombre parecía tener un leve nerviosismo y, también, algo de curiosidad de tener a esa ninja en frente de su casa.
Le sorprendió la novata, pero más le sorprendió lo que dijo a continuación.
—¿Michi qué? — Levantó una de las cejas y, tranquilo, se asomó un poco más fuera de su casa.
Sayori intentaba ojear dentro de la casa y la puerta se abrió solo un poco más al salir el hombre. Aún no se veía mucho, solo todo el desorden que tenía con los muebles y poca iluminación interior.
—¿Por qué estas buscando un gato? — Miró para los costados y para la calle, buscando si había más personas además de la pequeña.
El hombre parecía tener un leve nerviosismo y, también, algo de curiosidad de tener a esa ninja en frente de su casa.