14/10/2022, 22:45
Dio un vistazo rápido en su habitación para ver si había algo allí que le fuera útil y guardarlo en la mochila, pero aparte de su equipo genin el resto solo eran libros, mangas, figuras y un tablero de shogi que usaba solo cuando jugaba con su padre contra quien perdía casi siempre.
Guardó la nota que había escrito y bajó ya con su atuendo. Se dirigió hacia Moguko y le extendió la mochila prácticamente arrojándosela, aún no había encontrado la linterna y necesitaba ganar tiempo. Fue hasta la cocina solo para dejar la nota adherida en el refrigerador con un imán en forma de shuriken, así Fubuki la vería fácilmente y entonces le dijo a la médica.
—Mira si algo de aquí nos sirve… iré por la linterna
Y si verla con su uniforme y equipo ninja no había sido suficiente, el “nos” podía confirmarle a la chica que Sayori la acompañaría en el rescate, no porque le gustase la idea de salir o meterse a un oscuro túnel, sino que sabía que si se quedaba, no se iba a poder relajar sabiendo que alguien podía necesitar su ayuda.
En la cocina no había mucho pero si Moguko revisaba con cuidado podría toparse con dos latas de comida, dos botellas de agua y una manzana. A lo mejor si tenía suerte y rebuscaba podría encontrar algo más que llevar. Mientras tanto Sayori iba por la linterna en la tienda de su padre sin éxito, normalmente la veía allí.
«Ah… viejo, por qué tenías que tardar en regresar hoy…»
Se acordaría que habían terminado de ordenar la casa hace un par de horas, fue hasta el salón donde guardaban las demás armas y accesorios de la familia, allí estaba colgada una linterna antigua, de estas que se rellenan con aceite, una caja de cerillas y una antorcha. La linterna era algo pesada y podía estorbarles pero era su principal fuente de luz. Tomó la linterna y una lata de aceite para rellenarla ya que estaba como a la mitad y una vez con esto volvería a la entrada para reunirse con Moguko y mostrarle lo que encontró.
—Espero esto sirva… ¿quedaba algo en la cocina?
Guardó la nota que había escrito y bajó ya con su atuendo. Se dirigió hacia Moguko y le extendió la mochila prácticamente arrojándosela, aún no había encontrado la linterna y necesitaba ganar tiempo. Fue hasta la cocina solo para dejar la nota adherida en el refrigerador con un imán en forma de shuriken, así Fubuki la vería fácilmente y entonces le dijo a la médica.
—Mira si algo de aquí nos sirve… iré por la linterna
Y si verla con su uniforme y equipo ninja no había sido suficiente, el “nos” podía confirmarle a la chica que Sayori la acompañaría en el rescate, no porque le gustase la idea de salir o meterse a un oscuro túnel, sino que sabía que si se quedaba, no se iba a poder relajar sabiendo que alguien podía necesitar su ayuda.
En la cocina no había mucho pero si Moguko revisaba con cuidado podría toparse con dos latas de comida, dos botellas de agua y una manzana. A lo mejor si tenía suerte y rebuscaba podría encontrar algo más que llevar. Mientras tanto Sayori iba por la linterna en la tienda de su padre sin éxito, normalmente la veía allí.
«Ah… viejo, por qué tenías que tardar en regresar hoy…»
Se acordaría que habían terminado de ordenar la casa hace un par de horas, fue hasta el salón donde guardaban las demás armas y accesorios de la familia, allí estaba colgada una linterna antigua, de estas que se rellenan con aceite, una caja de cerillas y una antorcha. La linterna era algo pesada y podía estorbarles pero era su principal fuente de luz. Tomó la linterna y una lata de aceite para rellenarla ya que estaba como a la mitad y una vez con esto volvería a la entrada para reunirse con Moguko y mostrarle lo que encontró.
—Espero esto sirva… ¿quedaba algo en la cocina?
«Pienso» l Hablo l Narro