15/10/2022, 06:18
- Oh… ya veo -
*Dijo luego de escuchar la explicación del hombre, como imaginaba Michio se había lastimado pero las cosas cobraban más sentido en su cabeza ahora. Sin duda el gatito tuvo suerte de que el hombre estuviese cerca y lo haya podido atender a tiempo, de lo contrario quizás nunca hubiese vuelto a casa y se alegraba de que, aunque no estaba recuperado por completo dentro de todo estaba “bien”.
A la kunoichi le costaba un poco tener que alejar al gato de aquel hombre quien ya se había encariñado con él y que en esos días se había encargado de darle todos los cuidados para su recuperación. Sin embargo Michio debía regresar a su hogar, no porque tenía que completar una misión sino que su dueña lo estaba esperando.
Cuando el hombre extendió sus brazos Sayori tomó con mucho cuidado a Michio, procurando no tocar su patita lastimada y lo apoyó contra su cuerpo un rato para poder darle el retrato del felino a cambio, ya no lo iba a necesitar y pensó que al menos así podía quedarse con un recuerdo de él.*
- Supongo que… no habría problema si lo visita -
*La ninja no podía decirle en qué dirección quedaba la casa de la dueña de Michio gracias a su pésimo sentido de la orientación, ni ella sabía cómo le haría para volver… pero pudo agregar algo más para darle una pista y que lo pueda ir a visitar.*
- Su dueña se llama… uhm - «¿cómo era?»
- Mayu… Miura Mayu… no estoy segura si es artista… creo que sí… hizo ese retrato y tenía más… le… le contaré lo que hizo por él…
...Por cierto soy Yuki Sayori… ¿y usted? -
*Dijo luego de escuchar la explicación del hombre, como imaginaba Michio se había lastimado pero las cosas cobraban más sentido en su cabeza ahora. Sin duda el gatito tuvo suerte de que el hombre estuviese cerca y lo haya podido atender a tiempo, de lo contrario quizás nunca hubiese vuelto a casa y se alegraba de que, aunque no estaba recuperado por completo dentro de todo estaba “bien”.
A la kunoichi le costaba un poco tener que alejar al gato de aquel hombre quien ya se había encariñado con él y que en esos días se había encargado de darle todos los cuidados para su recuperación. Sin embargo Michio debía regresar a su hogar, no porque tenía que completar una misión sino que su dueña lo estaba esperando.
Cuando el hombre extendió sus brazos Sayori tomó con mucho cuidado a Michio, procurando no tocar su patita lastimada y lo apoyó contra su cuerpo un rato para poder darle el retrato del felino a cambio, ya no lo iba a necesitar y pensó que al menos así podía quedarse con un recuerdo de él.*
- Supongo que… no habría problema si lo visita -
*La ninja no podía decirle en qué dirección quedaba la casa de la dueña de Michio gracias a su pésimo sentido de la orientación, ni ella sabía cómo le haría para volver… pero pudo agregar algo más para darle una pista y que lo pueda ir a visitar.*
- Su dueña se llama… uhm - «¿cómo era?»
- Mayu… Miura Mayu… no estoy segura si es artista… creo que sí… hizo ese retrato y tenía más… le… le contaré lo que hizo por él…
...Por cierto soy Yuki Sayori… ¿y usted? -
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