18/10/2022, 11:23
Por lo que a Fuyu respetaba, Yuki estaba dando palos de ciego a ver si tenían la suerte de encontrar un sitio. Así que no fue de extrañar para ella cuando llegaron a una especie de comedor al aire libre.
No se trataba de un local modernista ni nada, sino de una cafetería que seguramente se hubiese derrumbado por los atentados. En lugar de reconstruirlo todo, pusieron mesas y la cocina y tiraron adelante. Yuki se quedó tan sorprendida como ella.
Fuyu sonrió amargamente. Ninguna guerrilla sería capaz de detener el espíritu de los habitantes de Kusagakure, pero le daba pena toda la situación en general.
Cuando se acercaron a preguntarles, ella solo se giró a su senpai, esperando que tomase las riendas con esa inamovilidad suya.
No se trataba de un local modernista ni nada, sino de una cafetería que seguramente se hubiese derrumbado por los atentados. En lugar de reconstruirlo todo, pusieron mesas y la cocina y tiraron adelante. Yuki se quedó tan sorprendida como ella.
Fuyu sonrió amargamente. Ninguna guerrilla sería capaz de detener el espíritu de los habitantes de Kusagakure, pero le daba pena toda la situación en general.
Cuando se acercaron a preguntarles, ella solo se giró a su senpai, esperando que tomase las riendas con esa inamovilidad suya.