24/10/2022, 16:30
—¡Así es, soy kunoichi! Aw... Gracias por tus buenos deseos, Ayame-san —le dedicó una gran sonrisa y una mirada brillante —. ¡De hecho, ése es mi sueño! Ir a dar conciertos a todas partes, compartir mi voz con todo el mundo. ¡Ah, lo siento tan lejano! Pero a su vez me inspira a dar lo mejor de mí cada vez que subo a un escenario.
Su tono y expresión eran de una auténtica soñadora, y en un inicio no parecía haber preocupación alguna en ella acerca de la tormenta que devastaba todo bajo el estandarte de Kurama. Tomó la libreta y la miró fijamente por varios segundos, pensativa.
—Siento si soy muy metiche, pero... ¿La perdiste o nunca la has tenido? M-me refiero a que... Has preferido escribir a hablar y... Yo no quería insistir, pero me ha ganado la curiosidad... ¡S-si no quieres decirme está bien!
Su tono y expresión eran de una auténtica soñadora, y en un inicio no parecía haber preocupación alguna en ella acerca de la tormenta que devastaba todo bajo el estandarte de Kurama. Tomó la libreta y la miró fijamente por varios segundos, pensativa.
—Siento si soy muy metiche, pero... ¿La perdiste o nunca la has tenido? M-me refiero a que... Has preferido escribir a hablar y... Yo no quería insistir, pero me ha ganado la curiosidad... ¡S-si no quieres decirme está bien!