25/10/2022, 18:25
— ¡Chicos! ¡Encontré una caja fuerte! —Anunció Daigo, lleno de esperanza, a sus compañeros—. Tiene una contraseña de cuatro cifras... ¿alguien tiene alguna idea?
Se llevó una mano a la cabeza. Tenía que pensar y tenía que hacerlo ya. No tenía el chakra para reventar aquella caja fuerte, y si lo tuviese, probablemente ni siquiera podría romper aquella caja fuerte de un puñetazo, así que tenía que utilizar la puta cabeza para algo más que dar cabezazos. Habían diez números posibles por posición y habían cuatro posiciones distintas, así que habían al menos... muchas combinaciones diferentes. Si se ponía a probar a lo loco, no llegaría a ningún lado.
«Tengo que probar combinaciones mientras pienso en la correcta. Vamos, por favor...»
Mientras miraba a su alrededor, buscando en la habitación una pista, la que fuese, el boxeador probó una combinación. La 0415, que por algún motivo fue la primera que se le ocurrió.
Según iban bajando los guardias, el clon de Daigo los contaba mentalmente. No eran las decenas y decenas de soldados que él había previsto. Solo era... poco más de doce.
«¿Solo han traído doce? Son menos de lo que esperaba». Esta vez se sorprendió al hallarse, de alguna manera, decepcionado.
Ese era uno de sus mayores problemas, a la vez que su mayor fortaleza. A pesar de su habitual actitud pacífica y agradable, a Daigo simplemente le gustaba demasiado pelear. Era la clase de persona que se crecía ante los desafíos y que no tenía miedo de pelear contra gente más fuerte que él, pues él se haría más fuerte.
¿Sería lo suficientemente fuerte esta vez? Probablemente no. Incluso Chillidos estaba asustado, pero esperaba ser lo suficientemente listo.
— ¿Son fuertes? —Le preguntó a su compañero, en voz baja. Eso sí que lo emocionaba—. Lo siento, Nathifa, pero no tengo tanto tiempo que perder.
Aprovechando que ya tenía las manos preparadas, Daigo las juntó en un único sello y escupió al suelo mientras se movía a un lado para evitar un posible ataque. Muy pronto, todo el pasillo se llenaría de una densa capa de polvo que entorpecería la vistas de todos, incluida la suya. Mientras el grupo de Nathifa podían ver las sombras de los múltiples clones que se habían adelantado justo al borde de la cortina de humo, en guardia.
Mientras tanto, Chillidos sentiría un muy leve tirón.
— ¡Retrocedamos a la esquina! ¡Pueden cubrir todo el pasillo con una técnica! —Le gritaría en susurros, pero no se lo llevaría a rastras. Él podía andar solo.
A quien sí movería mientras se cubría con una de las esquinas fue a la llorona, quien probablemente se habría paralizado del miedo. Una vez a salvo, el chico escalaría la pared hasta llegar al techo, todavía a cubierto.
Se llevó una mano a la cabeza. Tenía que pensar y tenía que hacerlo ya. No tenía el chakra para reventar aquella caja fuerte, y si lo tuviese, probablemente ni siquiera podría romper aquella caja fuerte de un puñetazo, así que tenía que utilizar la puta cabeza para algo más que dar cabezazos. Habían diez números posibles por posición y habían cuatro posiciones distintas, así que habían al menos... muchas combinaciones diferentes. Si se ponía a probar a lo loco, no llegaría a ningún lado.
«Tengo que probar combinaciones mientras pienso en la correcta. Vamos, por favor...»
Mientras miraba a su alrededor, buscando en la habitación una pista, la que fuese, el boxeador probó una combinación. La 0415, que por algún motivo fue la primera que se le ocurrió.
· · ·
Según iban bajando los guardias, el clon de Daigo los contaba mentalmente. No eran las decenas y decenas de soldados que él había previsto. Solo era... poco más de doce.
«¿Solo han traído doce? Son menos de lo que esperaba». Esta vez se sorprendió al hallarse, de alguna manera, decepcionado.
Ese era uno de sus mayores problemas, a la vez que su mayor fortaleza. A pesar de su habitual actitud pacífica y agradable, a Daigo simplemente le gustaba demasiado pelear. Era la clase de persona que se crecía ante los desafíos y que no tenía miedo de pelear contra gente más fuerte que él, pues él se haría más fuerte.
¿Sería lo suficientemente fuerte esta vez? Probablemente no. Incluso Chillidos estaba asustado, pero esperaba ser lo suficientemente listo.
Contra todo pronóstico activado
— ¿Son fuertes? —Le preguntó a su compañero, en voz baja. Eso sí que lo emocionaba—. Lo siento, Nathifa, pero no tengo tanto tiempo que perder.
Aprovechando que ya tenía las manos preparadas, Daigo las juntó en un único sello y escupió al suelo mientras se movía a un lado para evitar un posible ataque. Muy pronto, todo el pasillo se llenaría de una densa capa de polvo que entorpecería la vistas de todos, incluida la suya. Mientras el grupo de Nathifa podían ver las sombras de los múltiples clones que se habían adelantado justo al borde de la cortina de humo, en guardia.
Mientras tanto, Chillidos sentiría un muy leve tirón.
— ¡Retrocedamos a la esquina! ¡Pueden cubrir todo el pasillo con una técnica! —Le gritaría en susurros, pero no se lo llevaría a rastras. Él podía andar solo.
A quien sí movería mientras se cubría con una de las esquinas fue a la llorona, quien probablemente se habría paralizado del miedo. Una vez a salvo, el chico escalaría la pared hasta llegar al techo, todavía a cubierto.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.