29/10/2022, 01:40
(Última modificación: 29/10/2022, 16:49 por Tsukiyama Daigo. Editado 1 vez en total.)
Las manos le empezaban a temblar y un sudor frío recorría su frente. Estaba completamente concentrado, o al menos intentaba estarlo, pero poco a poco las preocupaciones empezaban a nublar su mente, la incerteza de no saber cuándo Nathifa y sus guardias entrarían por la puerta lo distraían más que cualquier ruido y encima estaba fallando. La primera combinación que había probado fue errónea y todo el mundo empezaba a entrar en pánico. Incluido él. Se sentía como si estuviese en la parte de abajo de un reloj de arena que poco lo estaba ahogando.
«¿Es este el fin...?» Pensó, justo antes de que un libro pasase volando cerca suyo. La Hambrienta no se había rendido.
Agitó la cabeza, antes de darse una palmada fuerte en las mejillas como si quisiese reventar cualquier idea negativa. Mientras sus compañeros no perdiesen la voluntad de vivir, no podía rendirse.
Volvió a probar una combinación. 3913, no funcionó, pero escuchó un click en el uno.
— ¡El tercer número es uno! —Exclamó Daigo. Al menos tenían algo—. Creo que puedo hacerlo en poco tiempo, si escucho con atención.
Pegó la oreja a la caja fuerte, preparado para probar su siguiente combinación.
Los planes y toda la preparación del clon de Daigo se desvanecieron de un plumazo con el simple batir de un abanico. Por suerte no recibió daño algo, pues habría desaparecido inmediatamente de ser así, pero hasta ahí llegó su suerte. Eran doce personas, probablemente más fuertes que él, no había manera de que pudiera derrotarlos.
— Son unos doce... —Le respondió a la Matasanos, en voz baja—. Yo... intentaría reunirme con el resto.
Sin mirar atrás, Daigo salió de la esquina, volviendo a encararse a la docena de guardias que avanzaban. A su derecha, Chillidos se encontraba abatido, apoyado en la pared. Había perdido toda esperanza, pero él no se lo podía permitir. Mientras sus compañeros no perdiesen la voluntad de vivir, no podía rendirse, pero incluso si lo hacían, él debía estar allí a su lado.
— Sí sirve de algo. —Dijo Daigo, sabiendo que su objetivo no era ganar, sino que era otro—. Sirve para hacer tiempo. Es nuestra única posibilidad de salir, e incluso si no lo conseguimos...
Levantó los puños a la altura del mentón, retrasando su pierna derecha, preparado para lo peor y dispuesto a pelear.
— Sirve para morir peleando.
«¿Es este el fin...?» Pensó, justo antes de que un libro pasase volando cerca suyo. La Hambrienta no se había rendido.
Agitó la cabeza, antes de darse una palmada fuerte en las mejillas como si quisiese reventar cualquier idea negativa. Mientras sus compañeros no perdiesen la voluntad de vivir, no podía rendirse.
Volvió a probar una combinación. 3913, no funcionó, pero escuchó un click en el uno.
— ¡El tercer número es uno! —Exclamó Daigo. Al menos tenían algo—. Creo que puedo hacerlo en poco tiempo, si escucho con atención.
Pegó la oreja a la caja fuerte, preparado para probar su siguiente combinación.
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Los planes y toda la preparación del clon de Daigo se desvanecieron de un plumazo con el simple batir de un abanico. Por suerte no recibió daño algo, pues habría desaparecido inmediatamente de ser así, pero hasta ahí llegó su suerte. Eran doce personas, probablemente más fuertes que él, no había manera de que pudiera derrotarlos.
— Son unos doce... —Le respondió a la Matasanos, en voz baja—. Yo... intentaría reunirme con el resto.
Sin mirar atrás, Daigo salió de la esquina, volviendo a encararse a la docena de guardias que avanzaban. A su derecha, Chillidos se encontraba abatido, apoyado en la pared. Había perdido toda esperanza, pero él no se lo podía permitir. Mientras sus compañeros no perdiesen la voluntad de vivir, no podía rendirse, pero incluso si lo hacían, él debía estar allí a su lado.
— Sí sirve de algo. —Dijo Daigo, sabiendo que su objetivo no era ganar, sino que era otro—. Sirve para hacer tiempo. Es nuestra única posibilidad de salir, e incluso si no lo conseguimos...
Levantó los puños a la altura del mentón, retrasando su pierna derecha, preparado para lo peor y dispuesto a pelear.
— Sirve para morir peleando.
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.