1/11/2022, 02:19
Las palabras que había escogido La Matasanos para describir su situación eran más que correctas. Les estaban dando por culo y los estaban jodiendo bien. Al escuchar aquello, Daigo dudó durante unos momentos, antes de ponerse de pie, apoyándose en la pared.
— El tercer número es uno. —Le dijo a la Matasanos, mirando directamente a la puerta—. No lo dejaré a la suerte. Nos daré tiempo.
Él los había traído hasta aquí y él se encargaría de que pudiesen salir con vida. No escucharía segundas opiniones al apresurarse para unirse al combate. Tenía que salir y hacer algo. Si Chillidos moría por su culpa...
Chillidos había muerto. O, quizás, estaba muriendo. Eso Daigo no lo sabía, pues el muy maldito había utilizado sus últimas fuerzas para reventar las luces, tal y como el clon de Daigo se lo había pedido antes.
«¡No!»
Sus instintos le hicieron girarse para intentar hacer algo, pero un sonoro estruendo lo detuvo, haciendo que se llevase ambas manos a las orejas. Estaba aturdido, tanto que durante unos instantes el techo y el suelo se confundieron y tuvo que hacer un gran esfuerzo solo por mantenerse en pie. Le habían lanzado una puta bomba sonora.
Pirámide Dorada había creado tres orbes incandescentes que parecían estar hechos de calor puro. No era Katon, ni Yoton. Era... otra cosa. Un elemento que Daigo no había visto jamás, pero que tampoco tuvo tiempo de analizar, pues una de esas esferas fue lanzada directamente a su cabeza por el esclavo.
Su primer plan fue intentar intercambiarse con algún objeto, pero estaba tan aturdido que ya ni siquiera sabía dónde estaban las cosas en aquel pasillo, así que optó por dejar caer su peso y agachar el torso como un boxeador que esquivaba un potente gancho... solo que este boxeador parecía ir más bien borracho y tuvo que apoyar las manos en el suelo para no acabar de caerse, mientras retrocedía un par de pasos hacia la oscuridad.
«Joder... Joder... Ahora que había conseguido la oscuridad, apenas me puedo mover...» Se quejó en su interior. Todavía necesitaba unos momentos para estabilizarse. «Te prometo que esto no ha sido en vano, Chillidos... ¡Joder!»
— El tercer número es uno. —Le dijo a la Matasanos, mirando directamente a la puerta—. No lo dejaré a la suerte. Nos daré tiempo.
Él los había traído hasta aquí y él se encargaría de que pudiesen salir con vida. No escucharía segundas opiniones al apresurarse para unirse al combate. Tenía que salir y hacer algo. Si Chillidos moría por su culpa...
· · ·
Chillidos había muerto. O, quizás, estaba muriendo. Eso Daigo no lo sabía, pues el muy maldito había utilizado sus últimas fuerzas para reventar las luces, tal y como el clon de Daigo se lo había pedido antes.
«¡No!»
Sus instintos le hicieron girarse para intentar hacer algo, pero un sonoro estruendo lo detuvo, haciendo que se llevase ambas manos a las orejas. Estaba aturdido, tanto que durante unos instantes el techo y el suelo se confundieron y tuvo que hacer un gran esfuerzo solo por mantenerse en pie. Le habían lanzado una puta bomba sonora.
Pirámide Dorada había creado tres orbes incandescentes que parecían estar hechos de calor puro. No era Katon, ni Yoton. Era... otra cosa. Un elemento que Daigo no había visto jamás, pero que tampoco tuvo tiempo de analizar, pues una de esas esferas fue lanzada directamente a su cabeza por el esclavo.
Su primer plan fue intentar intercambiarse con algún objeto, pero estaba tan aturdido que ya ni siquiera sabía dónde estaban las cosas en aquel pasillo, así que optó por dejar caer su peso y agachar el torso como un boxeador que esquivaba un potente gancho... solo que este boxeador parecía ir más bien borracho y tuvo que apoyar las manos en el suelo para no acabar de caerse, mientras retrocedía un par de pasos hacia la oscuridad.
«Joder... Joder... Ahora que había conseguido la oscuridad, apenas me puedo mover...» Se quejó en su interior. Todavía necesitaba unos momentos para estabilizarse. «Te prometo que esto no ha sido en vano, Chillidos... ¡Joder!»
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.