4/11/2022, 00:31
Empezó a centrar su atención en el metal y ver cómo evolucionaba a medida que se calentaba. Al principio, ni siquiera parecía inmutarse por el cambio de temperatura, estaba ahí tranquilamente hierreando sin hacer caso al calor que pasaba por sus ferreas moleculas. De mientras oía a Yuki explicarle lo que solía hacer con su maestro.
En algún momento, sus ojos se tornaron rojos para poder distinguir con más precisión cuando cambiaba de color. De momento, estaba en un color azulado extraño que Kinumi nunca le hubiese atribuido a ningún metal siendo calentado.
Tan concentrada estaba en el color del metal y en las palabras de su sensei que ni se percató de que el carbón había saltado hacia ella y aterrizó sin problema en su mano. Kinumi soltó las pinzas de inmediato, con las consecuencias que eso tuviese.
— ¡Ah! Mierda. — se quejó apartandose del fuego y agitando la mano para aliviar el quemazón.
En algún momento, sus ojos se tornaron rojos para poder distinguir con más precisión cuando cambiaba de color. De momento, estaba en un color azulado extraño que Kinumi nunca le hubiese atribuido a ningún metal siendo calentado.
Tan concentrada estaba en el color del metal y en las palabras de su sensei que ni se percató de que el carbón había saltado hacia ella y aterrizó sin problema en su mano. Kinumi soltó las pinzas de inmediato, con las consecuencias que eso tuviese.
— ¡Ah! Mierda. — se quejó apartandose del fuego y agitando la mano para aliviar el quemazón.