4/11/2022, 01:44
La reacción de su sensei fue inmediata. Sin embargo, Kinumi estaba más pendiente de su quemadura que de sus alrededores. Hasta que Yuki le arrebató su propia mano. El tacto gelido de la mano de la chica la hizo aliviarse al instante. Suspiró aliviada.
Entonces, Yuki le lanzó un soplido gelido sobre la quemadura. Kinumi se quedó mirandola mientras lo hacía, ensimismada. Era imposible mirar a Yuki sin acordarse de Toshio, ya que ambos llevaban el mismo peinado, sin embargo, al mirar a Yuki se veía el aire misterioso y maduro que los diferenciaba.
— N-no pasa nada.
Titubeó al ver la rapidez con la que Yuki había venido a su auxilio. A pesar de que se había recuperado rápido, aún recordaba las horas que había pasado en el acantilado usando todo el chakra que le quedaba para ocultarse. Jamás olvidaría ese frio. Junto con el agua se le iba calando en los huesos poco a poco. Ni todo el calor de su sangre que también la empapaba era capaz de superarlo.
Sin embargo, el frio de Yuki empezaba a sentirse... familiar. Acogedor. Era un frio de una noche invernal que pasas en casa viendo la lluvia desde la ventana. Se quedó mirandola fijamente como si acabase de descubrir una estrella en sus ojos.
Entonces, Yuki le lanzó un soplido gelido sobre la quemadura. Kinumi se quedó mirandola mientras lo hacía, ensimismada. Era imposible mirar a Yuki sin acordarse de Toshio, ya que ambos llevaban el mismo peinado, sin embargo, al mirar a Yuki se veía el aire misterioso y maduro que los diferenciaba.
— N-no pasa nada.
Titubeó al ver la rapidez con la que Yuki había venido a su auxilio. A pesar de que se había recuperado rápido, aún recordaba las horas que había pasado en el acantilado usando todo el chakra que le quedaba para ocultarse. Jamás olvidaría ese frio. Junto con el agua se le iba calando en los huesos poco a poco. Ni todo el calor de su sangre que también la empapaba era capaz de superarlo.
Sin embargo, el frio de Yuki empezaba a sentirse... familiar. Acogedor. Era un frio de una noche invernal que pasas en casa viendo la lluvia desde la ventana. Se quedó mirandola fijamente como si acabase de descubrir una estrella en sus ojos.