8/11/2022, 17:09
Daigo noqueó a su rival con el último puñetazo —¿o la había matado incluso?—, y volvió a recurrir a su mejor ardid: el Shunshin. El problema era que el kusajin había abusado tanto de los movimientos instantáneos que habían dejado de ser una sorpresa. Bueno, eso, y que sus piernas se movían tan lentas que su cuerpo se convirtió en una sombra emborronada que se movía en una dirección visible.
Daigo tomó del hombro a Torbellino Dorado, pero esta estaba preparada para ello. Mientras el kusajin cargaba una técnica, ella simplemente movió el abanico hacia arriba, impactando con la parte sólida en sus dientes (30PV), tirándole al suelo y cancelando su Chidori a medio cargar del golpetazo.
Oyó una puerta abrirse a su espalda. Lo que tanto temía acabó sucediendo: la mujer y el Esclavo habían salido al pasillo, entre toses. Quizá Daigo tuviese tiempo a gritar antes de desmayarse. Quizá hasta tuviese tiempo de matar a alguien más. Pero, ¿cargárselos a todos? ¿Podría alguien hacerlo estando… muerto?
Daigo tomó del hombro a Torbellino Dorado, pero esta estaba preparada para ello. Mientras el kusajin cargaba una técnica, ella simplemente movió el abanico hacia arriba, impactando con la parte sólida en sus dientes (30PV), tirándole al suelo y cancelando su Chidori a medio cargar del golpetazo.
Oyó una puerta abrirse a su espalda. Lo que tanto temía acabó sucediendo: la mujer y el Esclavo habían salido al pasillo, entre toses. Quizá Daigo tuviese tiempo a gritar antes de desmayarse. Quizá hasta tuviese tiempo de matar a alguien más. Pero, ¿cargárselos a todos? ¿Podría alguien hacerlo estando… muerto?