23/11/2022, 15:22
Calor. ¿Asfixiante? Quizás para una persona normal y corriente quizás. Al fin y al cabo, era una isla, y la humedad hacia su trabajo. Pero Reiji... La forja había sido su hogar durante muchos años, había pasado más tiempo allí que en la academia, y por eso, tal vez, estaba más que acostumbrado al calor intenso.
A parte de comida y los materiales para construir una balsa, allí no había nada. ¿Que esperaba encontrar cuando se adentró? ¿Un templo secreto que ocultase una armadura mágica que le permitiera volar o algo así? Eso solo pasaba en los cuentos. ¿Aliados?¿En mitad de la nada? Desde luego aquellos jabalíes que huían rápidamente tampoco parecían nada especial.
Se estaba arrepiento por un momento de no haber cruzado el mar corriendo, o de no haber decidido hacer una balsa con los cocoteros para cruzar ni que fuera un tramo, pero de repente... Humo. No lo veía, pero podía olerlo entre la humedad, las plantas y las heces de los animales.
¿Amigos?¿Enemigos? ¿O quizás otro Bijuu del lado de kurama que venía a darle por saco? Al fin y al cabo, si había bijuus pulpo, bijuus tortuga e incluso un mapache de arena, seguro que existía alguno que podía hacer fuego, o que fuera un animal hecho de humo.
De todos modos, no tenía tiempo suficiente para dudar, pero si para actuar con cautela. Lo mejor que podía hacer era seguir ese olor a humo, y acercarse a la fuente con sigilo hasta saber si se trataba de un amigo, un enemigo, o de nuevo, no había encontrado nada útil y solo seguía perdiendo el tiempo que tanto necesitaba
A parte de comida y los materiales para construir una balsa, allí no había nada. ¿Que esperaba encontrar cuando se adentró? ¿Un templo secreto que ocultase una armadura mágica que le permitiera volar o algo así? Eso solo pasaba en los cuentos. ¿Aliados?¿En mitad de la nada? Desde luego aquellos jabalíes que huían rápidamente tampoco parecían nada especial.
Se estaba arrepiento por un momento de no haber cruzado el mar corriendo, o de no haber decidido hacer una balsa con los cocoteros para cruzar ni que fuera un tramo, pero de repente... Humo. No lo veía, pero podía olerlo entre la humedad, las plantas y las heces de los animales.
¿Amigos?¿Enemigos? ¿O quizás otro Bijuu del lado de kurama que venía a darle por saco? Al fin y al cabo, si había bijuus pulpo, bijuus tortuga e incluso un mapache de arena, seguro que existía alguno que podía hacer fuego, o que fuera un animal hecho de humo.
De todos modos, no tenía tiempo suficiente para dudar, pero si para actuar con cautela. Lo mejor que podía hacer era seguir ese olor a humo, y acercarse a la fuente con sigilo hasta saber si se trataba de un amigo, un enemigo, o de nuevo, no había encontrado nada útil y solo seguía perdiendo el tiempo que tanto necesitaba