16/12/2022, 20:33
(Última modificación: 17/12/2022, 01:55 por Nara Jun. Editado 1 vez en total.)
A simple vista no parecía que la cantidad de ofertas y propaganda de esa calle harían efecto en la kunoichi. La mayoría de productos ofrecidos no captaban su atención y los vendedores lo sabían. Llega un momento de estar tantas horas haciendo eso que se dan cuenta cuando a alguien le interesa o no, conocen los patrones de las personas con tan solo ver como se mueven o hacía donde miran. Tampoco era tan difícil, era cuestión de saber si miraban su cartel o si tan solo los ignoraban, pero ya tenían un cierto sentido para detectar eso con más facilidad.
Y la castaña no iba a ser la excepción. Ni lenta ni perezosa, señaló la oferta de un ramen con base de salsa de soja, parecía ser el plato del día.
—Si quieres puedes probar nuestro shoyu ramen. Si no te gusta, también tenemos más variedades.
La mujer no paraba de sonreír, como si por contrato tuviera que estar con esa cara todo el tiempo. Pero, a pesar de la constante sonrisa, parecía ser agradable.
—O si quieres otro plato, puedes preguntar por lo que quieras.